La muerte de un joven de 17 años en Nanterre a manos de la Policía ha provocado en Francia una oleada de protestas en gran parte del país. Unos disturbios con un alto índice de violencia que no deja de aumentar. Quema de mobiliario urbano e incluso un ataque a la casa de un alcalde, son algunos de los altercados que ha habido en estos seis días de manifestaciones.
Unas protestas que ya se han saldado con la muerte de un joven bombero que trabajaba en la extinción de un incendio causado por los disturbios en un parking de la ciudad de Saint Denis, según ha confirmado el ministro del Interior, Gérald Darmanin.
Las personas que están detrás de los altercados más violentos defienden que es la hora de crear un verdadero movimiento interbarrial y alientan a salir con esas revueltas de las banlieues, que es como se llama a esos barrios periféricos en los que existe un gran índice de desempleo y población multiétnica.
Unas manifestaciones que están siendo llevadas a cabo por personas muy jóvenes, algunos incluso menores, que utilizan sus redes sociales para organizarse y también para alardear de toda esa destrucción. En total, ya son seis noches de protestas que se han saldado con más de 3.100 personas detenidas.