Las 30.000 mujeres que se quedaron sin la prueba precoz de la mamografía en Madrid acaban de recibir una carta del consejero de sanidad, Javier Fernández-Lasquetty,donde escurre el bulto del retraso de siete meses con una excusa que ha indignado, que la culpa fue del cartero. En la carta dice explícitamente que se citó, en su debido momento, a las mujeres para acudir a realizarse la mamografía y que, debido a que no acudieron a la cita por no recibir la carta, o por cualquier otra causa, las vuelven a citar. La asociación madrileña de enfermería está enfadada y, a la vez alucinada, con esta carta de la Comunidad de Madrid. Su presidenta, Victoria Trujillo, afirma que "el señor Lasquetty se está riendo de las mujeres porque, aparte de culpar a la transición de la carta por parte de Correos, dice que la señora  ha sido citada y que no ha ido". Trujillo pide que a las señoras que "reciban esta carta deben denunciarlo porque ellas no han recibido ninguna carta ni ninguna visita porque no la tenían".

A las palabras de la viceconsejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid que afirmó que no pasaba nada "son mujeres sanas", Trujillo le responde que "entrase en un diccionario que buscase la palabra cribado que significa que es una actuación sobre un grupo de personas que no tiene signos externos de enfermedad pero se hace para minimizar riesgos posteriores al diagnóstico. Saben que se van a encontrar un 6,4 por mil de mujeres con un problema. Es estadística y no me lo estoy inventando y ella es viceconsejera y yo enfermera".