La alcaldesa de Vic, Anna Erra, no ha rectificado sus polémicas palabras en el Parlament, donde instó los "catalanes autóctonos" a no hablar en castellano "a cualquier persona que por su aspecto físico o por su nombre no parezca catalana". Sí ha lamentado, en cambio, que su intervención fuera "malinterpretada". "Me avala mi trayectoria política", ha escrito en Twitter.
Al respecto, el periodista y escritor Miquel Giménez ha apuntado en Al Rojo Vivo que Erra "tiene una trayectoria como utilizar la megafonía municipal de Vic para cantar a la independencia, como se hacía en el Tercer Reich".
"Esta señora ahora nos viene a decir que tú has de interpretar a quien tienes delante según su físico si es catalán o no, como si no hubiera personas de color que fueran catalanes, como si no hubiera árabes que fueran catalanes, etc.", ha criticado Giménez, que ha tachado este posicionamiento de "repugnante", "nauseabundo" y "racista".
Una actitud que, a su juicio, "demuestra que detrás del supremacismo neoconvergente está una extrema derecha que considera que son infinitamente mejores que el resto de la gente", algo que considera "vomitivo".
"Ahora que hablamos de prohibir la apología de Franco, cosa que me parece perfecta, yo también prohibiría este tipo de señoras o de señores que pueden expresarse en un foro público, pagándoles nosotros el sueldo, diciendo estas enormidades racistas", ha agregado el escritor, que a continuación se ha dirigido directamente a la diputada de Junts per Catalunya: "Señora, es usted una racista, sea alcaldesa de Vic o de la Almunia de Doña Godina".