La lava se tragó toda su vida. Fue cuestión de minutos. Remedios estaba el domingo en su casa cuando escuchó al volcán estallar sobre su casa. "Me asusté cuando lo vi bajar, metí a los niños en el coche, una minimochila que tenía preparada y salí volando". De eso hace cinco días y su casa está bajo las cenizas que deja la lava a su paso por La Palma.

La historia de Remedios es, lamentablemente, una de tantas, pero no por ello deja de ser menos dramática. Hoy ha hablado a los micrófonos de Al Rojo Vivo y estaba totalmente destrozada, víctima del cansancio y la desesperanza. "Es difícil salir adelante cuando estás tan cansada", cuenta. "Llevo cuatro noches casi sin dormir".

Relata esta vecina de La Palma que su casa está "totalmente destruida", que fue "una de las primeras" en desaparecer bajo la lava. "No me dio tiempo a sacar nada, no tengo nada", lamenta entre sollozos.

Sin casa, esta mujer se encuentra perdida. Tiene tres hijos a su cargo y a su madre, que cuenta ya 89 años. "Es difícil superar esto", insiste. "Cuando tienes un fuego sabes dónde tienes tu casa y que quizá puedas reconstruirla, pero con esto no se va a saber ni dónde está", clama.

Este miércoles pudo abandonar el fuerte desplegado por el Gobierno de Canarias para acoger a los desalojados: un vecino le ha prestado su piso, de una habitación y donde se meterán los cinco miembros de su familia. "Al menos no tengo que pagar el alquiler", se consuela. "Tengo muchas cosas encima", dice visiblemente agobiada por la situación.

¿Cómo se vuelve al colegio tras los efectos de un volcán?

"Los niños me llaman constantemente, me llaman llorando". Si a la sensación de abandono del hogar se suma tener que ser el 'faro' de un hogar, la impotencia se multiplica. Así lo cuenta esta madre, cuyos hijos "llegan a entender hasta cierto punto".

De hecho, Remedios aún no sabe cómo y cuándo volverán sus hijos al colegio. "La directora me llamó para decirme que no me preocupara, que los niños no iban a tener diferencia con respecto a otros... eso se agradece", explica antes de volver a llorar: "Todos los libros nuevos, las mochilas, los ordenadores... todo se quedó detrás, todo quedó debajo de la lava", relata.

Este jueves ha vuelto al centro organizado por el Gobierno de Canarias para recoger a su madre y ver a los reyes, que han estado de visita en La Palma. "Reconforta que sepan la situación que estamos viviendo", explica. Ahora, dice, es momento de intentar mirar hacia adelante y organizar su nueva vida. "A ver cómo consigo unas mantas o algo para dormir esta noche".