Luis entra a esta casa de comidas a recoger juguetes. Los que clientes han ido llevando durante semanas y que pronto irán a parar a manos de niños enfermos o con pocos recursos.
No forman parte de una ONG ni una fundación, sólo son un grupo de amigos que busca que ningún niño se quede sin juguetes estas Navidades. La campaña se llama “Que no falte de nada” y entrega los juguetes a 43 centros y hospitales de toda España.
Luis Messeguer, impulsor de la campaña “Que no falte de nada”, cuenta que “son regalos nuevos pero por tres euros puedes tener una pelota o un juguete”.
La idea nació hace 6 años y en el Hospital Sant Joan de Déu al que Luis acude para que traten a su hijo con parálisis cerebral: “Ellos se encargan de coger juguetes para su centro y dijimos vamos a ayudarles” afirma Luis.
Y así este particular rey Mago ha pasado de conseguir 500 juguetes en la primera edición a los 20.000 de este año. El pequeño comercio, como el de Óscar, se ha convertido en punto de recogida improvisado y en un gran aliado.
Oscar Fornells, copropietario La Botticella comenta que “nos obliga a los comerciantes a dejar de vender producto y cosechar solidaridad”.
En el almacén de la Cruz Roja de Barcelona preparan ya los lotes que cargarán los camellos. Lo hacen por edades, los que más escasean: libros, juegos de mesa y material escolar. Iolanda Argallo, directora de Cruz Roja Juventud Cataluña, comenta que “llegan menos, es más difícil porque suele ser más caro”
La situación actual ha hecho que este año sólo en Cataluña se necesiten 60.000 juguetes donados. De momento han conseguido la mitad. Iniciativas que buscan reivindicar que los juguetes no sean un lujo, sino un derecho.