El Airbus A350 de Delta Airlines, que salió el viernes desde Atlanta y con destino a Barcelona, dio media vuelta a causa de la diarrea de un pasajero. Fuentes de la aerolínea han explicado que el propio piloto catalogó la situación como un "riesgo biológico", y habló con la torre de control para pedir permiso y regresar al aeropuerto de salida.
Al llegar a Atlanta de nuevo, varios trabajadores desinfectaron la aeronave durante horas; el vuelo operó tras un cambio de aeronave en la ciudad americana.
Delta ha subrayado que la seguridad de pasajeros y tripulación es su "prioridad número uno" y ha pedido disculpas a los clientes que sufrieron retrasos a causa del imprevisto. "El personal de Delta trabajó para realojar a los pasajeros en otros vuelos o proporcionar alojamiento en hoteles y a cambiar las reservas de los clientes a otros vuelos", han detallado fuentes de la compañía.