Pendientes de la montaña han pasado la noche los vecinos de Pego. Doce familias han dormido fuera de sus casas, más próximas a la montaña, y el viento no lo pone fácil.

A la preocupación se une el enfado porque los vecinos creen que el Govern ha actuado tarde. Tanto, que este mismo jueves a la llegada de Alberto Fabra a a la zona, la policía tuvo que reducir a un joven que quiso pedir explicaciones al president.

Por su parte, el conseller dice que se actuó con la celeridad habitual. Hoy los vecinos  han podido volver a sus casas. 17 aviones intentan controlar el fuego ya perimetrado, además de 300 efectivos entre brigadas de emergencia y bomberos.

De los tres focos del incendio, el que más preocupa no se acerca a ningún municipio, mientras, el agricultor que supuestamente originó el incendio está en libertad con cargos.