La izquierda, chivo expiatorio

Trump convierte el asesinato de Charlie Kirk en 'casus belli' contra el progresismo de todo el mundo

El contexto A pesar de sus numerosos discursos racistas, machistas y homófobos, Charlie Kirk es ahora para ellos un mártir político. Su asesinato a sangre fría ha servido a la derecha mundial para clamar venganza. También para acusar a la izquierda de no condenar la muerte del activista conservador, pese a que la abrumadora mayoría sí lo ha hecho.

El presidente de EEUU, Donald Trump
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El asesinato de Charlie Kirk es injustificable. No importan las ideas o las motivaciones del autor: ha ejecutado a sangre fría a otro ser humano. Pero la derecha de Estados Unidos está señalando como culpables del asesinato a millones de personas solo por pensar diferente. El primero, Donald Trump, que este viernes ha repetido este mensaje que convierte a la izquierda radical en asesina. "Los radicales de izquierda son el problema, son crueles, son horribles y son políticamente astutos", ha dicho.

Por eso queremos detenernos en las ideas políticas de Tyler Robinson, el presunto asesino. ¿Qué sabemos de cómo veía el mundo? ¿Qué sabemos -en estas primeras horas tras su detención- de si se sentía de izquierdas o de derechas?

La primera pista, según el gobernador de Utah, es que un familiar del sospechoso ha contado al FBI que Tyler Robinson se ha politizado en los últimos años. Este familiar dice que en una reciente cena familiar habían hablado de Charlie Kirk y de por qué no le gustaba al detenido. Sus palabras exactas fueron: "Está lleno de odio y lo propaga".

La segunda pista es que según la CNN, Robinson no votó en las últimas elecciones, aunque sí está registrado como votante sin afiliación política. La tercera pista son los mensajes escritos en tres balas que estaban dentro del rifle con el que según los investigadores disparó a Charlie Kirk. Mensajes desvelados por el gobernador de Utah: "¡Hey Fascist! Catch" es uno de ellos: "Oye fascista, atrápalo". Otro de los mensajes es "Bella Ciao", el nombre de la archi-conocida canción antifascista italiana.

Está claro que quien escribió estos mensajes en las balas consideraba a Kirk un fascista y que por eso lo mató. Hay otras dos frases escritas en las balas que nos dan pistas sobre la mente del autor: "Si estás leyendo esto, eres gay LMAO", estas siglas son la versión inglesa del español me parto de la risa... y la otra frase es "Nota un bulto", se supone que por la bala en el interior de su cuerpo cuando lo disparara.

En cualquier caso, son bromas macabras. En base a todos estos mensajes, por todas estas primeras pistas, las autoridades consideran el asesinato de Kirk como "político". El propio Donald Trump ya ha dejado muy claro que espera la pena de muerte. En Utah, a los condenados por asesinato agravado se les ejecuta con inyección letal o con un pelotón de fusilamiento.

La derecha mundial acusa a la izquierda de no condenar el asesinato

El asesinato a sangre fría de Charlie Kirk ha servido a la derecha mundial para clamar venganza. También para acusar a la izquierda de no condenar la muerte del activista conservador, pese a que la abrumadora mayoría sí lo ha hecho. Pero ha habido excepciones que incluso han celebrado el asesinato.

La muerte de Charlie Kirk se ha convertido en 'casus belli' contra el progresismo de todo el mundo. "La violencia política de la izquierda radical ha herido a demasiadas personas inocentes", ha llegado a decir el presidente estadounidense.

El primer ministro húngaro habla de "una campaña internacional de odio de la izquierda" y recuerda casos como el ataque al eslovaco Fico. Para el francés Jordan Bardellá, del partido de Le Pen, la izquierda utiliza "una retórica deshumanizante e intolerante". También lo aprovecha la líder de Afd, la alemana Weidel, para la que Kirk era "un defensor de la libertad de expresión".

A pesar de sus numerosos discursos racistas, machistas y homófobos, Kirk es ahora para ellos un mártir político. El eurodiputado sueco Weimers ha llegado incluso a pedir un minuto de silencio en el parlamento europeo para Kirk, un activista de Estados Unidos. La presidenta de la cámara, quien se ha negado, ha provocado la ira del bando conservador. En cambio, sí se llevó a cabo el homenaje en el Congreso estadounidense, aunque se descontroló cuando los republicanos pidieron también rezar en voz alta.

La asesora de Trump, Laura Loomer, ha pedido perseguir a todas las organizaciones de izquierdas. Una respuesta unánime de la extrema derecha que busca acabar con el odio con más odio.