No es el primer caso

Unos vecinos de Barcelona protestan contra una empresa que les quiere echar del edificio para convertirlo en un 'coliving'

El contexto 10 vecinos de Barcelona se resisten a marcharse de sus pisos después de que una empresa haya comprado el edificio para que entren estudiantes internacionales y nómadas digitales en su lugar, en los llamados 'colivings'.

Vecinos de Barcelona protestan porque les quieren echar de su edificio para convertirlo en un 'coliving'
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Ha nacido una nueva burbuja del alquiler en Barcelona. Las empresas están empezando a esquivar el tope del alquiler aprobado por la ley comprando edificios enteros donde vivían familias con hijos y ancianos para convertirlos en 'colivings', residencias comunitarias que hacen que las habitaciones valgan más de mil euros porque esos contratos no están regulados.

Eso es lo que le está ocurriendo a los vecinos de un bloque en la calle Avenir en Barcelona. En total, 10 vecinos se resisten a que les echen de sus pisos para que entren estudiantes internacionales y nómadas digitales en su lugar.

Los residentes ya han sido informados de que, pese a que algunos tienen contrato vigente y quieren quedarse, que la intención de la empresa compradora del edificio es no renovarles el alquiler. "Es angustiante porque te tienes plantear el aguantar, luchar, pero con la ley en la mano igual hay que irse. Esta familia lleva 21 años viviendo aquí ya", lamenta Carles, familiar de uno de los afectados.

Martina Ges es una de las inquilinas afectas. Está viviendo con su pareja, pero probablemente no lo pueda seguir haciendo: "Aquí viven familias con niños, gente mayor y gente joven que pretende iniciar su proyecto de vida".

A ellos les está sucediendo algo parecido a lo que les pasó a otros vecinos de Barcelona, en este caso en la calle Entença. Allí había 11 viviendas familiares. Ahora son todo 'colivings' a excepción de la casa de Rosario Castelló.

Ella es una mujer de 63 años que lleva tres décadas residiendo en el edificio. Ella no se ha ido, por lo que actualmente convive con el resto de pisos, que están alquilados a jóvenes estudiantes de Estados Unidos. "Acaba el contrato y a los 7 meses me llega una demanda y a partir de ahí empiezo un proceso que no quiere absolutamente nadie para poder, para poder convencer a alguien de quedarme en mi casa", explica.

A la presión por irse, se suman las molestias. Primero fueron las obras para adaptar el edificio al modelo del 'coliving'. Después, están siendo los ruidos y suciedad de sus diferentes nuevos vecinos: "Cada tres meses vienen chavales nuevos. Es un estrés continuo. Gritan, chillan, ensucian mucho...".

Rosario ha emprendido una lucha individual con su abogada, pero también colectiva. Son 14 los bloques afectados por una misma empresa compradora. Varios ya se han convertido en 'colivings', pisos amplios troceados que pueden llegar a más de 1000 euros mensuales la habitación.

Desde laSexta nos hemos puesto en contacto con la firma inversora sin éxito, lo mismo que denuncian los vecinos, que también reclaman al parlamento catalán y al Congreso que desencallen lo que ya han empezado para regular precisamente los alquileres temporales y habitaciones.

Mientras tanto, ellos seguirán luchando para poder seguir viviendo en sus propias casas.