La vida de Kaitlyn Wolf se ha convertido en una pesadilla de la noche a la mañana, y todo por un par de palabrotas. Las que expresó su hijo de tres años, concretamente. Al oírle habla de esa forma, a esta madre de Virginia, en Estados Unidos, no se le ocurrió mejor castigo que meter la cabeza del chico en el retrete mientras su hermano grababa las imágenes.

"Esta es la nueva forma en que puedes disciplinarlos", explicaba la mujer mirando directamente a la cámara. Según parece, el vídeo iba destinado a la joven que habitualmente cuida a los niños, y que no dudó en compartir estas imágenes en redes sociales, que se hicieron virales en cuestión de horas.

Esto ha provocado una ola de indignación en cadena hacia Wolf, que ha tenido que salir del paso explicando que "solo fue un juego". En concreto, ha hablado con el diario The Sun, al que ha afirmado que, si bien en un principio solo había pensado lavarle la boca con jabón al menor por las palabrotas que estaba diciendo, pensó en un 'castigo' más "original"

Así, ella y sus hijos, según ha continuado, "suelen jugar de esa manera tan tosca", y ha añadido: "Su cabeza no estuvo nunca debajo del agua, su cara no se llegó a mojar. A lo mejor sí algo de pelo". La mujer ha asegurado ahora tener miedo de que le quiten a sus hijos. "No tenía ningún hematoma o cortes. Se estaba riendo durante el vídeo", ha señalado.

La Fiscalía, que en un principio había abierto una investigación para esclarecer los detalles del caso por si se trataba de maltrato infantil, ha preferido por el momento no presentar cargos contra Wolf, que ha marcado con ese vídeo en las redes sociales y que le perseguirá durante mucho tiempo.