El geolocalizador del terminal se sitúa en el mismo lugar en el que se encontraron los restos de Pilar Garrido a una hora en la que, según su declaración, el secuestro ya se había producido y por tanto él tendría que estar regresando a Ciudad Victoria.

Además, una cámara de seguridad graba al coche del marido de Pilar entrando en la ciudad a las 21:00 de la noche. Más de tres horas después de que se produjera el secuestro, algo que no concuerda tampoco con la distancia que tuvo que recorrer de apenas 150 kilómetros.

Jorge Fernández tardó un día en denunciar, según él, porque la comisaría ya estaba cerrada y su hijo muy cansado, motivos que extrañan a los investigadores. Por último, la causa de la muerte que no cuadra con la forma de captura de los grupos criminales de la zona.

Garrido recibió un golpe en la nariz que le hizo perder el equilibrio, después cae sobre una superficie dura y después fue asfixiada. Pruebas que no se sostienen según el abogado del mexicano. Martín Lozano ha dicho que "probablemente no se llegue al juicio porque por ahora no hay caso". La Fiscalía todavía tiene tres meses para aportar nuevas pruebas.