De hecho, el  subdirector del Samur asegura que 40 segundos después de esa llamada las ambulancias estaban ya entrando en el recinto. Aún así, a Francisco, el operador que atendía la centralita, no se le va a abrir ningún expediente.

El técnico de comunicación del Samur que atendió las llamadas de amigos de las víctimas, los dirigió hacia un punto que no era era la orden que dieron desde la central. Por eso, dicen que la actuación del técnico fue inapropiada, pero que no afectó a la atención de las víctimas.

Explican que Francisco recibió formación como técnico de emergencias durante 6 meses. No solo para asistencia sanitaria, sino también para atención telefónica. Desde el sindicato creen que es insuficiente para recibir llamadas de emergencias y que la responsabilidad es de quien le situó en ese puesto en una noche como la de Halloween.

Sus compañeros achacan el fallo a su falta de experiencia. Francisco lleva cuatro guardias y no tiene los conocimientos ni la capacidad para tener un oído en el teléfono y otro en la sala, y él no sabe ni dónde están las ambulancias, aseguran.

Un error que para la Fiscalía no tiene trascendencia penal porque no comprometió la atención que recibieron las chicas. Pero el Defensor del Paciente cuestiona la gestión del técnico y ha pedido que se le abra un expediente sancionador.