La Policía de Málaga ha detenido a un hombre de 55 años por un presunto delito de homicidio en grado de tentativa, tras impedir con su intervención que matase a su madre, de 87 años, a la que estaba asfixiando con ambas manos en el cuello.

Los hechos ocurrieron sobre las 09:15 horas del pasado domingo en la calle José Ortega Luque, en la que precisamente se ubican las dependencias del Grupo de Investigación y Protección de la Policía Local (GIP), cuando los agentes recibieron un aviso alertando de que se oían fuertes voces con insultos de un hombre y gritos de una mujer en un bloque, sin saber precisar exactamente de qué vivienda procedían.

Los agentes se dirigieron al edificio, donde permanecieron en silencio para intentar averiguarlo. Tras no escuchar nada en varios minutos, en un momento dado oyeron gritos que salían de una de las viviendas de la primera planta, donde un individuo insultaba a una mujer. En concreto, escucharon que decía "ya me voy de aquí" a la vez que abría la puerta, volviéndose y dejándola abierta sin darse cuenta de la presencia de los agentes, al tiempo que gritaba "pero antes te voy a matar".

Los agentes del GIP se dirigieron a la vivienda y vieron que el individuo tenía agarrada a una anciana fuertemente por el cuello con las dos manos y que estaba zarandeándola, con clara intención de asfixiarla. La víctima resultó ser su madre, que estaba sentada en un sillón del salón, mientras el agresor continuaba gritándole que la iba a matar.

Ante el peligro que corría su vida, dos policías entraron rápidamente en el domicilio y tuvieron que usar la fuerza para separar al ahora detenido de la víctima, con el apoyo de otros dos compañeros, hasta que finalmente le redujeron y pudieron evitar que culminase el matricidio.

Los agentes asistieron a la víctima, que respiraba con dificultad y estaba sollozando, muy nerviosa y asustada, calmándola y solicitando asistencia sanitaria. Cuando pudo articular palabra, la mujer les dijo: "Me quería matar. Me quería matar. Me habéis salvado".

Los policías también localizaron el monedero abierto de la víctima en el salón y comprobaron que el individuo tenía el DNI de su madre y figuraba como autorizado en su cuenta bancaria, hecho que aprovechaba para sacar todo el dinero que podía en los primeros días de cada mes, sin el consentimiento de ella. Los policías detuvieron al hijo, sobre quien no existía denuncia anterior por malos tratos, y posteriormente fue puesto a disposición judicial.