En un acto en Galicia
García Ortiz insiste en que no dimitirá tras su procesamiento: "No puede ser que la mentira derrote a un fiscal general"
¿Qué ha dicho? Álvaro García Ortiz asegura que su permanencia en el cargo es necesaria "para defender a la Fiscalía" y apunta a que si él no permaneciera en el puesto su sustituto sería "una figura débil" después de ser citado a declarar por revelación de secretos en relación al presunto fraude fiscal del novio de Isabel Díaz Ayuso.

Álvaro García Ortizno dimitirá. Así de rotundo se ha mostrado este viernes el fiscal general del Estado en un acto en Galicia, donde no ha dudado en defender de nuevo toda su actuación tras su procesamiento por revelación de secretos en relación al presunto fraude fiscal del novio de Isabel Díaz Ayuso, González Amador.
Lo ocurrido, según ha dicho García Ortiz en respuesta a los medios antes de la clausura de la Escuela de Verano del Ministerio Fiscal en A Coruña, nace en marzo del año pasado, cuando una actuación de la Fiscalía "pretendía ser manipulada con unas mentira", ante lo que él recopiló "el material de la verdad para defender la honorabilidad y el buen trabajo de la Fiscalía".
García Ortiz ha vuelto a insistir en que no dejará su puesto pese a su procesamiento porque, ha asegurado, "no puede ser que la mentira derrote a un fiscal general". "Como fiscal general del Estado, hice lo que tenía que hacer", ha subrayado García Ortiz, que ha calificado de "absolutamente impecable" la actuación de la Fiscalía en este caso.
"Frente a la mentira, el conocimiento de la verdad", ha espetado el fiscal, que ha hecho hincapié en que su permanencia "es necesaria para defender a la institución". "Respeto a quienes opinan que debo marcharme, yo mismo me hago el planteamiento cada día, pero debo mirar un poco más adelante, no puede ser que la mentira derrote a un fiscal general del Estado, con ello protejo a los fiscales. Se nos ataca de muchas maneras diferentes", ha agregado, a la vez que ha remarcado que si él no se quedara en el puesto su sustituto sería "una figura débil".
Con este mensaje de fortalece en la Fiscalía, García Ortiz se mantiene así impasible y en su puesto porque, para él, "lo más acertado es continuar", ante un procesamiento que, para el Gobierno, "trata de perseguir a quien persigue el delito".
"Prudencia institucional"
Así, ha defendido su inocencia, aunque "hay un punto de prudencia institucional, natural, y también hay un punto de prudencia procesal" que establece que lo que tenga que "alegar o desmentir o cuestionar" lo vaya a hacer en el marco del procedimiento y no en público.
Gacía Ortiz se convirtió la semana pasada en el primer fiscal general del Estado en la historia de la democracia. En el auto del juez Hurtado en el que se le llama a declarar como investigado, el magistrado sostiene que el fiscal general actuó "a raíz de indicaciones recibidas de Presidencia del Gobierno". Sin embargo, no aporta ninguna prueba que sustente esa afirmación de que esas supuestas órdenes llegaban desde el Palacio de la Moncloa.
Además, en el mismo se aportan pocas pruebas y Hurtado obvia los testimonios de periodistas que declararon que ya estaban en posesión de la información sobre González Amador (el conocido email donde reconocía dos delitos fiscales) antes de que la recibiera el propio fiscal general, por lo que él no podría haber filtrado la información. El juez, sin embargo, ha ignorado esos testimonios.
Por otro lado, el fiscal general no ha dudado en hablar de la dimisión de Santos Cerdán, como secretario de organización del PSOE por su supuesta implicación en el caso Koldo, García Ortiz ha afirmado que la posición institucional de la Fiscalía es que tiene "un papel muy relevante en las investigaciones que se están sucediendo", aunque no es posible "opinar sobre aquello que se está investigando y está judicializado". "La Fiscalía tiene un compromiso con la lucha contra la corrupción que es ineludible", ha concluido