María llegó de Colombia y la metieron 16 días en una de las tres salas del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas donde retienen a los solicitantes de protección internacional. La acompañaban sus hijos de 9 y 4 años, y con ellos estuvo en esta pequeña sala durmiendo hacinada, en el suelo, con más de 80 personas y rodeada de basura y de bichos por todos lados. "Nosotros estábamos ahí como perros", ha contado a laSexta Noticias.

"Para poder dormirme tranquila, me tocaba correr la comida y la basura con los pies y, así, conseguía hacerme un hueco para acostarme en el suelo con mis pequeños", recuerda esta mujer, que llegó a España de una situación muy complicada tanta para ella como para sus hijos, y fue recibida de esta manera. Cuenta, además, que le quitaron el equipaje y no les facilitaron productos de aseo. "Yo tuve la menstruación y me tuve que apañar con dos toallas sanitarias durante cuatro días", reseña.

Vanesa, otra migrante colombiana, también pasó dos semanas en una de estas salas mientras gestionaban su solicitud de asilo. Recuerda mucha insalubridad... "No hay duchas, solo sanitarios y lavamanos... Había chinches, cucarachas...", incide. "Yo no tenía acceso a hacer una llamada y eso es lo que más me dolió", destaca entre lágrimas. "Nosotros estábamos ahí como unos perros, así nos hacían sentir", manifiesta con rotundidad su compatriota María.

Un refuerzo por la situación

El Ministerio del Interior ha anunciado este jueves un refuerzo por esta situación de hacinamiento en el aeropuerto de Barajas: abren una cuarta sala para migrantes. Sindicatos policiales como el SUP inciden en que ya se amplió una nueva sala en enero y ha sido, dicen, un auténtico desastre. "No cuentan ni con duchas", determinan desde este sindicato.

Por ahora, Cruz Roja ha anunciado que deja de trabajar allí: entre sus labores, detectar situaciones de trata o de maltrato. Interior asegura que ahora las asume su personal. El director de Migraciones de Cruz Roja, José Javier Sánchez, ha indicado que "no hay condiciones dignas para que estas personas estén alojadas". "Tampoco nos permite realizar nuestra labor", ha lamentado Sánchez.

Los sindicatos tampoco creen que la Policía Nacional pueda realizar estas labores de acompañamiento. "No tenemos ni el personal ni los recursos", manifiestan desde el SUP.

CEAR reclama medidas urgentes

CEAR se encargó de asesorar jurídicamente a las dos protagonistas de este reportaje. Además, ha reclamado que se tomen medidas urgentes para garantizar los derechos de las personas solicitantes de protección internacional que llegan al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas, ante el preocupante hacinamiento y condiciones de insalubridad en las que se encuentran las salas de asilo e inadmitidos desde hace meses.

La organización señala que desde agosto de 2023, ha habido un aumento exponencial del número de solicitantes de protección internacional en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas, dando lugar a una sobreocupación en las salas de atención a solicitantes de asilo ubicadas en la Terminal 1 y Terminal 4, y retrasos alarmantes en la formalización de las solicitudes. Ante esta preocupante situación, CEAR presentó una queja ante el Juzgado de Instrucción en funciones de control de la sala de inadmitidos del aeropuerto y otra ante el Defensor del Pueblo el 15 de diciembre de 2023, lo que ha provocado que ambas instituciones requieran medidas urgentes para solventar esta situación.

Pese a que el Ministerio de Interior habilitó nuevas salas en la Terminal 2 y reforzó su plantilla para realizar entrevistas de asilo, la entidad denuncia que el hacinamiento e insalubridad han alcanzado puntos críticos, provocando plagas de chinches, acumulación de basura y escasez de toallas para la higiene personal. "Al no haber camas suficientes, muchas personas duermen en colchones inflables en el suelo de las zonas comunes (fuera de las habitaciones), en ocasiones compartiendo cama. Esto menoscaba sus derechos a la intimidad y a la vida familiar, así como a su dignidad humana", destaca Elena Muñoz, coordinadora estatal del Área Jurídica de CEAR.

Sobreocupación

Según indican desde CEAR, las salas de protección internacional e inadmitidos destinadas a la acogida de los solicitantes de asilo exceden su capacidad, llegando a albergar a día de hoy a más de 390 personas en condiciones indignas e inhumanas. Alrededor de 182 personas aún no han podido formalizar su solicitud de asilo, principalmente procedentes de Senegal, Marruecos, Somalia, Venezuela y Colombia.

Los retrasos en la formalización de las solicitudes alcanzaron hasta 18 días en diciembre, aunque la situación ha mejorado levemente, reduciéndose a 8 días. Esto dificulta la detección de necesidades específicas (menores, víctimas de trata, salud física o mental, discapacidad…) e impide que puedan tener un trato diferenciado al que tienen derecho.

Estos hechos suponen una vulneración de la Directivas europeas, que como recuerdan desde CEAR establecen: un plazo de 3 a 10 días para el registro de la solicitud de asilo; no prorrogar internamientos por causas que no sean imputables al solicitante; garantizar condiciones materiales de acogida dignas, un nivel de vida adecuado y la protección a la salud física y mental; evaluación temprana de las necesidades específicas de acogida y de garantías procedimentales especiales para personas en situación de vulnerabilidad.

Además, CEAR recuerda que el internamiento de solicitantes de asilo en los CIE en pleno procedimiento obstaculiza el derecho de defensa. El pasado 16 de enero, el Juzgado de Instrucción nº 46 ordenó el traslado de 50 personas que se encontraban en Barajas al CIE de Aluche, aunque finalmente solo cuatro fueron internados. Ante estos hechos, la Fiscalía y CEAR pidieron la nulidad de esta medida, que se revocó el 19 de enero.

Principales peticiones de CEAR

Entre las medidas que reclama la organización para solucionar estas situaciones de hacinamiento y garantizar urgentemente los derechos destacan:

  • Autorizar la entrada excepcional por razones humanitarias en territorio nacional de personas en necesidad de protección o con necesidades específicas, asignándoles la correspondiente cita para formalizar su solicitud de asilo en la provincia que corresponda.
  • Habilitar instalaciones adecuadas que cumplan con las condiciones mínimas de acogida.
  • Implementar recursos humanos y materiales necesarios para reducir el tiempo de internamiento de las personas solicitantes de asilo al mínimo indispensable establecido en la Directiva europea.
  • Mejorar la coordinación entre los actores implicados: la Dirección General de la Policía, la Oficina de Asilo y Refugio y AENA, abogados y abogadas e intérpretes, para garantizar las condiciones mínimas de acogida y la rápida tramitación de las solicitudes.
  • Atender a las recomendaciones del Defensor del Pueblo y las disposiciones de los jueces de control derivadas de las quejas presentadas por CEAR.
  • Eliminar el visado de tránsito impuesto recientemente a las personas procedentes de Kenia, un obstáculo que dificulta aún más el acceso a la protección internacional.

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