Mariano Rosario está harto de que tanto a él como a otras personas racializadas se las hipersexualice por el color de piel. "No soy un pedazo de chocolate, no soy comida, no soy un objeto, no soy tu disfrute de fantasía sexual... Todo son visiones muy arraigadas en Europa con respecto a las personas negra", explica este estudiante de Sociología en la Universidad Complutense de Madrid, que forma parte de Kwanzaa, la primera asociación en España de estudiantes afrodescendientes.

Este colectivo ha ayudado a la doctora universitaria en Educación de la Universidad Complutense, Patricia Rocu, a elaborar guías para que el profesorado incluya en sus aulas la perspectiva de raza. Analizan las formas de racismo más evidentes y otras más sutiles. Entre ellas, las que mucha gente tiene con el pelo de las personas afro. Que aunque parece un microracismo, para muchas personas negras es bastante grave.

"Alguien de clase que nunca ha hablado contigo, se te acerca y te toca el pelo, como si fueras una especie de oveja. A mí he me han llegado a comparar con una oveja", recuerda Mariano Rosario. Su compañera de Kwanzaa Réhá-Xustina Bolekia detalla que "las trenzas, cuando yo era pequeña, eran como un trending-topic, pero desde que las blancas empezaron a hacérselas, ya no preguntan tanto".

"¿Y tú qué haces estudiando?"

A los miembros de Kwanzaa también les indigna que en este país muchos no entiendan que hay españoles negros. Por ejemplo, Tatiana Ndombas se desespera cuando le empiezan a preguntar sobre de dónde es "y respondo que de aquí de Madrid y te insisten, '¿pero de dónde?': "Y no paran hasta que les hablas de tus ancestros y un poco más allá". Igual le ocurre a Dunia Mustafa, "sobre todo, cuando empiezan con lo de '¿y cuánto llevan aquí tus padres?' '¿y tú qué haces estudiando?'".

El doctor Pablo Hsu ejerce de médico de familia desde hace casi una década y sigue teniendo episodios discriminatorios vinculados a su origen chino. "Por ejemplo en Urgencias. Entraba en el Box, me presentaba y me decían: 'No, no, que estamos esperando al doctor, que aquí ya no nos falta de nada' Y yo les respondo: 'Es que el doctor soy yo'. O cuando no se acuerdan de mi nombre y se refieren a mí como 'el chino, el médico chino'. También hay ocasiones que me han preguntado por terapias alternativas de origen asiático y yo es que soy de Alicante, de toda la vida", enumera Hsu, que trata de tomárselo con humor.

Menos gracia parece que le hace a la fisioterapeuta y presidenta de la Asociación Sobre los Márgenes, Fátima Bourhim. "Una vez fui a tratar a un paciente a su domicilio y me encontré un vecino en la escalera, que me dijo: '¿Has venido a limpiar?'. En otra ocasión iba en el metro leyendo un libro y alguien me preguntó: '¿Qué lees? ¿Sabes leer?'".

Vladimir Paspuel es el presidente de la asociación Rumiñahui, donde ayudan y reivindican los derechos de las personas migradas. Él es de Ecuador y asegura que a las personas latinas también les suelen discriminar de forma sutil. "Te dicen: 'Ustedes como vienen de un país...' Y lo dejan ahí, y se suelen referir a que venimos de países pobres o en conflicto. O nos dicen: 'Ustedes que se parecen a nosotros'. Pero de alguna forma, con esta frase, lo que nos quieren decir es que nos parecemos porque hablamos la misma lengua pero que no llegamos a dónde están ellos. Es como que ellos están arriba y nosotros un peldaño más abajo", argumenta Paspuel.

La mayoría de estas personas racializadas coinciden en que son necesarios referentes en España racializados (políticos, escritores, científicos, artistas...) que no solo se les pregunte o hablen de problemas de racializados.