Seguridad en Sanfermines
Lo que nunca hay que hacer al caer al suelo durante un encierro de San Fermín (y lo que sí)
¿Por qué vemos a muchos mozos colocarse casi en posición en el suelo cuando tropiezan durante un encierro en Sanfermines? Tiene una explicación. Y sí, esa sí es la manera de 'caerse'.

Correr los Sanfermines no es para todos. No es una carrera de largo recorrido, por lo que quizás no sea necesario ser atleta profesional, pero sí hay que tener en cuenta muchos aspectos. Lo primero que hay que saber es que es prácticamente imposible correr incluso un tramo completo: el recorrido de cada encierro de San Fermín es de 878 metros, divididos por tramos. Hay que elegir un tramo, conocerlo, saber cómo reaccionar en cada punto, hacia dónde giran las curvas, hacia dónde resbalan los toros con la inercia. Pero también saber que es improbable que se corra el tramo entero.
Lo más importante a la hora de correr un encierro en San Fermín tal vez sea ser consciente de dónde se encuentra uno. Ese es uno de los grandes problemas de los Sanfermines de los últimos años: el número de corredores es cada vez mayor, lo que dificulta las carreras y las hace más peligrosas, con muchos más riesgos. Y entre tanto corredor, hay mucho inexperto que no sabe realmente los peligros que puede entrañar un encierro.
En cada encierro, es frecuente ver mozos y mozas cayendo, a los lados de la calle, en mitad de la vía, delante, detrás o a un lado del paso de los toros. Es muy fácil caerse en cualquier momento y, además, cuando un corredor cae, es habitual que lo hagan otros más, al tropezarse con este.
Por caerse no tiene por qué pasarle a uno algo importante, pero es importante saber cómo caerse. Desde el Ayuntamiento de Pamplona recuerdan, cada año, que al caerse durante el encierro lo que hay que hacer es "protegerse la cabeza con las manos" y "no moverse" hasta que haya pasado la manada. Puede que con el ruido y los nervios, estando tirado en el suelo hecho un ovillo, pienses que no vas a saber si la manada ya ha pasado: no te preocupes, los demás corredores te avisarán de que ya no hay peligro para que puedas empezar a levantarte y apartarte a un lado.
Nunca, jamás te levantes después de caer
Lo que jamás hay que hacer es intentar incorporarse después de una caída. Es casi una reacción instintiva, principalmente entre los corredores inexpertos. ¿Por qué no hay que levantarse? Porque nunca sabes si todos los toros y cabestros de la manada han pasado o no. Hasta estar seguro no te avisarán el resto de mozos para ponerte a un lado.
Si uno se levanta (o trata de hacerlo) inmediatamente después de caer, corre el riesgo de que llegue un toro y lo embista. Esto es precisamente lo que le ocurrió a Matthew Peter Tassio, un estadounidense de 22 años que en el penúltimo encierro de los Sanfermines de 1995 fue alcanzado por el toro que iba liderando la manada. Se tropezó, y al intentar levantarse, fue embestido por el astado, aunque la carrera continuó aparentemente sin problemas.
Si bien parecía que no había sido tan grave, el joven fue herido en el abdomen, provocándole una rotura de la aorta. Antes de llegar al Hospital Universitario de Navarra (HUN), en un traslado extremadamente veloz (en 8 minutos ya estaba en urgencias) Tassio ya había perdido el 90% de la sangre, estaba inconsciente y su estado era muy grave. En pocos minutos perdió la vida.