Nació como una oportunidad de ahorrar energía y se ha convertido en una tradición casi al nivel de las uvas en Nochevieja o de las torrijas en Semana Santa. Hablamos, por supuesto, del cambio de hora, ese momento que repetimos dos veces al año pero en el que todavía nos seguimos haciendo preguntas 'existenciales' como: '¿A las 2:00 son las 3:00 o a las 3:00 son las 2:00? ¿Dormimos una hora menos o una hora más?'.

Este mes (por suerte, por desgracia o por indiferencia, según cada persona) vuelve a tocar cambiar los relojes, aunque solo sea el de la cocina o el del coche viejo porque la tecnología ya nos ahorra esta 'ardua' tarea. El cambio, como estipula la directiva del Diario Oficial de las Comunidades Europeas, se produce el último fin de semana de marzo. En este caso, será la noche del sábado 27 al domingo 28 de marzo cuando tengamos que dar la bienvenida al horario de verano (en el caso de la España peninsular, el horario UTC+2).

Esa noche, los relojes se adelantarán una hora, de tal manera que a las 2:00 serán las 3:00 (en Canarias, a la 1:00 serán las 2:00). En términos coloquiales, esto significa que dormiremos una hora menos, o lo que es lo mismo, que cuando nos despertemos será una hora más tarde. Además, desde el 28 de marzo amanecerá y anochecerá aún más tarde, un hecho que se va a producir hasta el siguiente cambio de hora en octubre de 2021.

Esta modificación se aplica a la vez en todos los países de la Unión Europea con la intención de ajustar la jornada laboral a las horas de luz natural. Sin embargo, esta tradición podría tener los días contados si finalmente se concreta la iniciativa de la Comisión que pretende eliminar el cambio horario y mantener para siempre el de verano o el de invierno.

La intención del organismo europeo era que en 2021 se dieran los últimos cambios horarios, pero la pandemia ha obligado a retrasar la decisión definitiva. Por lo tanto, este mes de marzo cambiaremos de hora como cualquier otro año y, si no hay cambios, sucederá lo mismo en octubre.

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¿Se cambia la hora en todos los países del mundo?

Si ya de por sí la diferencia horaria genera desconcierto a la hora de viajar por el mundo, hay que añadir que no todos los países hacen el cambio horario como sucede en España y que, de entre los que sí la cambian, no lo hacen todos al mismo tiempo. Esta situación provoca que la diferencia horaria entre nuestro país y otros no sea siempre la misma. Por ejemplo, la diferencia entre España y Japón es de 8 horas en invierno y de 7 en verano, porque en el país nipón no cambian al horario de verano.

Actualmente, solo se cambian los relojes dos veces al año en cerca de 70 países en todo el mundo (menos del 40% del total): 49 en Europa, 10 en América, 5 en Oceanía, 7 en Asia y 2 en África, según la web'Time and Date'. Además, en algunos países como Estados Unidos, México, Australia o Chile hay regiones en las que sí se cambia la hora y otras en las que no.

También se da el supuesto de países que ahora no realizan el cambio horario, pero que sí lo han hecho en el pasado y lo han acabado descartando, principalmente en Asia, Sudamérica y África. En total, son alrededor de 140 países los que cambian o han cambiado alguna vez la hora de forma bianual, como recoge 'Time and Date'.

A través delmapa del mundo compartido por la web'Statista', se puede observar que los países que nunca han cambiado la hora cada seis meses se encuentran en la zona del ecuador terrestre. Esto se debe a que en esta región del planeta no se notaría prácticamente el cambio, porque las diferencias de sus horas de luz y oscuridad son mínimas en cualquier estación, es decir, hay casi las mismas horas de luz en verano que en invierno.

Por el contrario, en los países situados más cerca de los polos la diferencia de horas de luz entre unas estaciones y otras es tan extrema que el cambio horario no tiene demasiado sentido, porque sería prácticamente inapreciable. Esto sucede, por ejemplo, en los países del sur de África o de Sudamérica. En los países del norte de Europa, en cambio, sí han optado por cambiar los relojes, pero la decisión responde a estar coordinados con el resto del continente más que a cuestiones de luz solar, como explica la revista'National Geographic'.