La vida de Nicki, policía de Birmingham, cambió radicalmente en 2009. El coche de un conductor temerario se estrelló contra el suyo debido al exceso de velocidad.

El capó del vehículo del culpable aplastó la pelvis de la policía, provocándole una lesión de la médula espinal. Después de numerosos tratamientos fallidos, en 2011 Nicki perdió definitivamente la movilidad de sus extremidades inferiores.

Durante los años que la víctima permaneció hospitalizada no pudo disfrutar del crecimiento de su hija Eleanor. "Durante mucho tiempo, después del accidente, pensé que mi vida había terminado. Me sentí muy culpable por no poder hacerme cargo de Eleanor de la manera que quería", asegura Nicki en una entrevista a The Mirror.

El mayor deseo de la pequeña era que su madre volviera a caminar. "En su quinto cumpleaños, mi hija no quería una fiesta de cumpleaños, ella sólo deseaba que su madre caminara y volver a ser feliz", cuenta la expolicía.

Tras varios años de sufrimiento, gracias a exoesqueleto Nicki puede acompañar diariamente andando a su pequeña al colegio. "La primera vez que probé mis nuevas piernas fue muy emotivo. Cuando me puse de pie con Eleanor fue un momento mágico", confiesa Nicki.

El exoesqueleto robótico portátil de la policía ha sido financiado por la fundación del tío del cantante Mark Ronson. La institución de Gerald Ronson ayuda a policías que sufren lesiones mientras se encuentran en sus puestos de trabajo.