La Policía Nacional ha confirmado quelos huesos encontrados en el vertedero de Toledo pertenecen al pequeño Ángel, el menor de 11 años que desapareció hace algo más de un mes. Las pruebas de ADN han servido para saber que el pie que fue hallado el pasado miércoles, 11 de enero, pertenece al niño. En el vertedero fue localizado también el cadáver de su primo Fernando y ahora se trabaja por encontrar el resto del cadáver.

El pequeño desapareció el 10 de diciembre en Madrid junto a su primo Fernando, de 17 años. El cuerpo sin vida del primo mayor se encontró el día 15 de diciembre en ese centro de residuos.

Durante varios días, efectivos de la Policía Judicial, guías caninos, el Grupo Operativo de Intervención Técnica (GOIT) y la Policía Científica, han participado en la búsqueda en el vertedero, que tiene una medida aproximada de campo de fútbol y donde hay montañas de basura de tres metros con entre 9.000 y 10.000 toneladas de residuos. En el Ecoparque de Toledo tratan los residuos de 196 municipios de esta provincia, que suman más de 600.000 habitantes.

El procedimiento que siguen los trabajadores es el siguiente: con dos excavadoras vuelvan los restos en otro lugar, donde se examina la basura al caer y luego en el suelo de nuevo se mueve para ver con más detalle.

La desaparición se produjo a mediados de diciembre, cuando los dos menores fueron al Hiper Usera de la calle General Ricardos de Madrid y ya no se volvió a saber de ellos. Las imágenes de las cámaras de la estación de autobús de Toledo, de un hotel y de un centro comercial les ubicaron en esa ciudad antes de que se les perdiese la pista.

Su desaparición fue voluntaria. Según las indagaciones policiales, Fernando acudió a la capital toledana junto a su primo pequeño a encontrarse con una chica con la que había tenido una relación sentimental. No era la primera vez.

La principal línea de investigación policial continúa siendo el accidente: los niños se metieron a dormir en un contenedor ante el inclemente tiempo de esa noche y un camión se los lleva.Las pesquisas se centran en esta hipótesis en tanto que el cuerpo del menor hallado no tiene rastros de violencia y en que fueron grabados solos antes de meterse al contenedor y después de haberse quedado sin autobuses para volver a la capital.

No obstante,se están realizando inspecciones en casa de la novia del mayor en Toledo en busca de ADN de los chicospara, indican fuentes policiales, no dejar ni un cabo suelto. Sin embargo, el abogado de las familias está pidiendo al juzgado el estatus de testigos protegidos para unas cuantas voces que contradicen la versión policial.