Cada día suben y bajan varias veces las escaleras con sus dos hijos de 14 y 20 años, que pesan 50 y 60 kilos respectivamente, en la espalda.

Nacho y Álvaro tienen una enfermedad degenerativa mortal que les impide subir y bajar escaleras y mientras llegan las ayudas necesarias para instalar una máquina, son sus padres los que tienen que cargar con los chicos para subir y bajar.

Fue en una de las bajadas cuando José Luis rodó peldaños abajo con Nacho a cuestas. El pequeño está bien, pero a él le duele la rodilla, el sacro y el tiempo que lleva avisando del problema, más de un año. El mismo que lleva pidiendo a la consejería de Binestar Social de Castilla-La Mancha un salvaescaleras.

Le ofrecen uno de oruga similar pero los técnicos no pueden instalarlo en su casa y el que necesita, uno de raíles que cuesta 6.700€, no lo cubre el catálogo de ayudas técnicas de la Consejería, ya que cuando los niños mueran no podrá ser utilizado por otras personas.

La Consejería de Bienestar Social dice que no les dejan sin solución y le remite a una ayuda de otra Consejería, la de Fomento, que cubre el 70% del total del coste de la máquina. Pero José Luis exige que la subvención sea la íntegra que le corresponde por tener dos hijos dependientes.