Un joven vecino del barrio del Born de Barcelona ha denunciado ante los Mossos d'Esquadra la paliza que sufrió por parte presuntamente de los dueños de un piso turístico ilegal, al parecer porque había denunciado su funcionamiento al ayuntamiento. Xavier B., pareja del chico agredido, ha explicado a la emisora RAC1 que no pueden regresar a su casa porque temen que envíen más gente a agredirles, después de denunciar ante la administración que en su rellano funcionaba un piso turístico ilegal que se anunciaba en la plataforma Airbnb.

Según ha explicado la pareja del joven agredido, debido a las molestias que causaba el piso turístico ilegal decidieron colgar un escrito en inglés en la puerta "para que los turistas supieran que el piso era ilegal". "Como el propietario arrancaba las hojas que colgábamos decidimos volverlo a colgar. Justo cuando la estábamos poniendo, abrió alguien de dentro y comenzó a golpear mi compañero. Empecé a oír golpes desde dentro el piso. Encontré un hombre sobre mi compañero que lo estaba golpeando. No dijo ni una sola palabra. Sólo le golpeó y supusimos que era alguien enviado por los propietarios", ha denunciado el joven.

Ha asegurado que no había visto nunca al agresor, que "se encerró dentro del piso y no abrió la puerta cuando vinieron los Mossos, y no pudieron hacer nada". "Los Mossos se fueron y nos quedamos dentro del piso sabiendo que al lado había el hombre que había golpeado a mi pareja. Hay un vacío legal, hay una falta de protocolo judicial para cubrir esto", ha lamentado el joven.

"El Ayuntamiento se ha puesto en contacto con nosotros y ahora estamos intentando detectar cómo se puede hacer para precintar estos pisos. Hemos llamado una quincena de veces a la Guardia Urbana pero a veces no llegaba a venir porque tenía otras prioridades", ha señalado el denunciante en alusión a los ruidos y fiestas que organizaban los turistas en el piso.

El denunciante ha añadido que "el Ayuntamiento ha venido varias veces a revisar que era un piso turístico ilegal" y que en una de estas ocasiones, cuando vinieron dos de las chicas inspectoras, "una persona de fuera las amenazó y las increpó". "A partir de aquí ya vivimos con intimidación. Hace meses que intentábamos hablar con Airbnb y nos enviaban respuestas automáticas", ha añadido. Según el joven, "Airbnb dice que cada día suben 200 pisos en la web y que es imposible detectar si todos tienen licencia".