Viven pendientes de un río que ya les ha dado más de un susto. El último fue el pasado mes de septiembre. Con la DANA, el río Clariano se desbordó y se metió en las casas. La fuerza del agua arrasó con todo.
En la actualidad, el río Clariano baja tranquilo, pero aún así, el Ayuntamiento de Ontinyent no quiere más situaciones de riesgo. Por eso, se plantea demoler 40 viviendas del barrio de Canterería, (el más afectado), para convertirlo en un parque fluvial inundable como el que hay en el otro margen del río. La inversión supera los dos millones y medio de euros.
Jorge Rodríguez, alcalde de Ontinyent, afirma que "era el momento de tomar una decisión definitiva, una decisión que pasaba por devolver al río lo que de alguna manera siempre fue espacio del río".
Hasta 35 vecinos ya han llegado a un acuerdo con el Ayuntamiento y venderán sus viviendas. "No es que quiera marcharme, yo soy muy mayor y va a ser mi muerte salir de mi casa, pero tengo que irme porque no se puede vivir aquí", cuenta una vecina. Amalia también vive preocupada. "Cuando llueve estás asustada. Nos tenemos que ir porque aquí no se vive tranquila", afirma.
Solo cinco vecinos se resisten a abandonar sus casas. "No estoy de acuerdo con el precio del Ayuntamiento. No voy a vender de momento", indica una de las personas que no quiere vender. Prefieren, a pesar del peligro, seguir viviendo junto al Clariano.