Los vecinos y el alcalde de la localidad de Nerva, en Huelva, llevan años protestando porque hasta ese pueblo llegan toneladas y toneladas de residuos. De hecho, este martes han llegado varios camiones que transportaban 14.000 toneladas de basura desde Montenegro.
A los vecinos les prometieron que con este proyecto de vertedero el pueblo reflotaría y finalmente lo único que reciben es basura y nada más.
Este antiguo pueblo minero veía como en 1995 salía adelante este proyecto pese a las protestas ciudadanas. La mina de cobre del río Tinto era su principal motor económico y, ante su decadencia, se aprobó la instalación del vertedero con la promesa del impulso del tejido económico de la zona.
Según su alcalde, José Antonio Ayala, son promesas incumplidas porque "no compensa en lo económico, en lo social, en lo medioambiental" y denuncia que "no han cumplido ni siquiera lo más mínimo que era el canon que tenían que pagarle al Ayuntamiento".
No llegó la prosperidad, solo ha llegado basura procedente de Portugal, Italia y ahora, Montenegro. "Son en torno a diez millones de toneladas de los peores residuos de los procesos industriales de Andalucía, de España y de Europa", denuncia José Luis Lozano, de la plataforma Nerva Salud y Dignidad.
Alcaldes de la comarca se han unido para pedir el cierre inmediato. ¿Pero quién tiene la responsabilidad? En esta caso es el Gobierno quien tenía que cambiar la ley "a través de una legislación" que impidiera que "una instalación de este tipo no puede estar a menos de 700 metros de un casco urbano". Para ello la Junta de Andalucía tendría que informar desfavorablemente y, denuncian, no lo hace.