A lo largo de las décadas han cambiado radicalmente de aspecto, pero los maniquís o 'dummies', utilizados en las pruebas de accidentes de coche, llevan salvando vidas desde los años 50.

Sin embargo, el primer dummy de la historia era de carne y hueso y se llamaba coronel John Stapp. Cirujano de la fuerza aérea norteamericana, a finales de los 40 empezó a estudiar cómo afecta la desaceleración al hombre en su propio cuerpo.

Llegó a viajar a 1.000 kilómetros por hora, frenar en 1,4 segundos y aguantar 43 veces la fuerza de la gravedad: sufrió fracturas, se rompió costillas, perdió empastes y le sangraron las retinas, pero murió de vejez a los 89 años de edad.

En paralelo, empezaron a llegar a la automoción los dummies que hoy conocemos. El primero se llamaba 'Sierra Sam': estaba hecho de metal y goma y solo estaba instrumentado en cabeza y tórax. Después fueron evolucionando las articulaciones y se les añadió descendencia, hasta llegar al dummy actual: el 'Thor', con cuello, tórax y hombro más flexibles.

No obstante, los dummies aún no nos representan a todos, por eso, Humanetics está desarrollando nuevos maniquís para representar a personas obesas y mayores. "Necesitamos dummies que representen a gente mayor, que va en vehículos. Hace años quizás la gente mayor no conducía, pero ahora todos como nos hemos sacado carné muy joven vamos avanzando con el coche", apunta al respecto Francisco López, profesor de Movilidad y Seguridad.

Los dummies intentan reflejar nuestras proporciones anatómicas de manera fiel, pero son tan costosos que no se pueden romper. De ahí su principal fallo: que un dummy no presenta lesiones.

Al menos hasta que Toyota desarrolló THUMS, el dummie virtual, que en 20 años también ha evolucionado hasta tener tener órganos internos, cerebro, músculos... de forma que permite estudiar las lesiones que provoca cada accidente -con más o menos velocidad, en diferentes ángulos, etc.- en cada tipo de cuerpo.

"Lo parametrizamos todo mucho más, entonces podemos evolucionar la seguridad de los vehículos más deprisa", explica José Manuel Méndez, general manager de Toyota Brand & Customer Services. Además, a partir de 2021, este software será gratuito para ayudar a quien quiera darle otras aplicaciones.

El futuro de los dummies es la seguridad del coche autónomo, porque en estos vehículos iremos más tumbados, lo que supone todo "un reto para los sistemas de retención, para los cinturones de seguridad y para el airbag", según apunta Francisco López. Sin embargo, algo no cambiará nunca: estos maniquís que salvan vidas seguirán sin quejarse, ni un poquito.