El Banco Central Europeo (BCE) incluirá los riesgos climáticos y medioambientales en los test de estrés que llevará a cabo en 2022 debido a su importancia para la economía y su posible impacto financiero en los bancos, según ha anunciado la autoridad monetaria y supervisora este viernes en un comunicado.

"En línea con la importancia creciente del cambio climático para la economía y la creciente evidencia de su impacto financiero en los bancos, el BCE llevará a cabo sus próximos test de estrés supervisores en 2022 sobre la base de riesgos climáticos", ha explicado la institución, que dará más detalles de dicha prueba de esfuerzo a lo largo de 2021.

Con este motivo, el BCE ha publicado este viernes su guía sobre la clasificación e información de riesgos climáticos y medioambientales, que entra en vigor con efectos inmediatos. De acuerdo con el documento, las entidades tendrán que tener en cuenta factores de riesgo como fenómenos meteorológicos extremos, patrones climáticos crónicos, la contaminación, la pérdida de la biodiversidad o las políticas y regulaciones medioambientales.

Según el BCE, los bancos tendrán que desglosar como estos riesgos pueden afectar a sus operaciones (por daños físicos), al mercado (por volatilidad o pérdida de valor de activos) o al crédito (probabilidades de incumplimiento en sectores expuestos). La autoridad monetaria ha pedido a los bancos que a principios de 2021 realicen una autoevaluación sobre las expectativas supervisoras planteadas en la guía y formulen planes de acción sobre ese supuesto.

Tras ello, el propio BCE examinará esas autoevaluaciones y planes. Posteriormente, ya en 2022, la institución llevará a cabo una revisión supervisora de las prácticas de los bancos y tomará "medidas concretas" en las entidades que sea necesario. También se incluirán los riesgos climáticos en los test de estrés previstos para ese año.

Por otro lado, el BCE ha publicado otro informe este viernes en el que asegura que los bancos no están desglosando todos los riesgos climáticos y medioambientales que sería de esperar. "Aunque ha habido cierta mejora con respecto al año pasado, los bancos necesitan hacer esfuerzos significativos para apoyar mejor sus desgloses con información relevante cuantitativa y cualitativa", ha destacado. A este respecto, en la segunda mitad de 2021 el BCE identificará las brechas de información y discutirá sobre ellas con los bancos.