Un "monstruo de las
toallitas", como lo denomina la empresa, es el que ha provocado que
Hidrogea tuviera que movilizar en el citado municipio murciano a todos sus
medios técnicos y humanos para sacarlo del colector, y eso a pesar de que tanto
el Ayuntamiento como la empresa pusieron en marcha el pasado verano una campaña
para que los ciudadanos no tiren las toallitas al inodoro.
Tras recibir un aviso,
los operarios de Hidrogea se desplazaron hasta el lugar donde estaba la
incidencia y comprobaron que el colector que transporta las aguas residuales a
la EDAR (Estación Depuradora de Aguas Residuales) había desbordado e invadido
parte de la citada carretera.
Para localizar la
ubicación del llamado 'monstruo de las toallitas' los operarios utilizan una
manguera a presión y, posteriormente, inician los trabajos de limpieza. Pero lo
que se preveía un atranque más sencillo, se convirtió en una compleja operación
por la gran cantidad de toallitas que se habían acumulado y por la fuerte
presión que lleva el agua.
Las labores para sacar las toallitas se
alargaron durante nueve horas debido a que la fuerza del caudal impidió retirar
el tapón con rapidez y se desplazó hasta el siguiente pozo, donde finalmente
quedó retenido, recuerda la sociedad de gestión de aguas.
Los camiones de limpieza
retiraron el agua de la carretera mientras esperaban a que el nivel de agua del
colector y de los pozos descendiera, con el fin de poder sacar el resto del
tapón. En las labores de limpieza y desatranque intervinieron tres camiones de
limpieza, una brigada de obra civil y una máquina mixta.
Además de casi una
docena de personas, entre técnicos, capataces y operarios, coordinados con
personal de los Servicios Municipales. Los atranques de la red de saneamiento
por esta mala praxis están causando graves problemas en los sistemas de
saneamiento, no sólo de España, sino de todo el mundo, según la misma fuente.
Más de 170 asociaciones
y entidades operadoras de los servicios de agua urbana de 14 países entre los
que se encuentran EEUU, Canadá, Reino Unido, Francia, Australia, Nueva Zelanda,
Japón, Holanda, Bélgica, Irlanda, Luxemburgo, Malta, Estonia y España se han
adherido a la Declaración de posicionamiento del sector, sobre los productos no
aptos para desechar por el inodoro y aquellos etiquetados como aptos.