El personal de seguridad fue obligado a cerrar las puertas rápidamente después de que el presunto atacante irrumpiera en el local. En los juzgados, se declaró culpable de los delitos de robo, posesión de arma blanca y asalto, según el 'Daily Mirror'.

La primera vez que se alertó sobre el joven fue cuando, en una gasolinera, una mujer llorando se acercó a la policía porque Wright la amenazó con un cuchillo. El atacante obligó a los trabajadores a atrincherarse en el garaje.

Después, el presunto ladrón atracó a un viandante exigiéndole la cartera, el teléfono móvil y las llaves. Huyó hacia el McDonald's donde finalmente pudo ser arrestado. El ladrón entró en el establecimiento con los pantalones bajados y sujetando sus genitales con una mano.

Wright asegura que vivía en una cabaña cerca de la gasolinera y que ese día no había tomado su medicación para el trastorno de bipolaridad que sufre, admitiendo además haber bebido alcohol y fumado la noche antes.