Aitor tiene 25 años pero hace 9, dice, empezó a vivir. "Yo no me veía futuro como una mujer como me habían dicho que era. Al darme cuenta de que era un chico trans, empecé a ser quien yo quería ser", explica.

laSexta habla con él en Chueca a menos de una semana de que arranque el Orgullo 2018, este año centrado en los derechos de las personas transexuales. "El problema empieza cuando lo experimentas de cara a la sociedad, es una lucha constante", apunta Aitor.

Su día a día es como el de cualquier otro joven de su edad. También el de la hija de Violeta, de 14 años. Pero aún así, para la OMS y hasta hace sólo unos días, ambos eran considerados enfermos mentales.

La Organización Mundial de la Salud les saca de la categoría de enfermedad mental, pero les mete en el de incongruencia de género. "Estas personas no son incongruentes en su género. Habría sido más lógico utilizar una etiqueta de contactar con los servicios de salud por cuestiones de género", sostiene Rosa Almirall, directora y creadora de Transit.

Un avance, aseguran colectivos LGTBI, que sigue siendo insuficiente. "El siguiente paso es que se nos considere gente normal con nuestros derechos", defiende Carmen García de Merlo, coordinadora sección trans de COGAM.

Por eso, piden una legislación estatal para que España transite ya hacia una verdadera igualdad.