El calvario de Anthony Seward, un bombero de 20 años, comenzó cuando sufrió un grave accidente en una intervención en una fábrica de tejidos de Heathcote, Australia. Tras el grave accidente, los médicos decidieron comenzar un complicado proceso para recuperar la mano mutilada.
En el hospital de Bristol, los especialistas le cosieron a Seward la mano dentro del abdomen para así continuar el suministro de sangre y regenerar su piel. Tras tres semanas, separaron la mano y doblaron toda la piel para cubrirla por completo.
Tras el complicado proceso, los médicos quieren recuperar por completo la forma de la mano de Seward, por lo que le van a separar los dedos y hacerle trasplantes de los dedos de los pies a la mano.
El diario 'Daily Mail' recoge las declaraciones del bombero, que agradece la labor de los doctores: "Hicieron un trabajo fenomenal y no creo que pudieran haberlo hecho mejor".