Hasta los Lagos de Covadonga han sucumbido a la ola de frío siberiano y se han quedado helados, una impresionante imagen que no se ve todos los años; los turistas no daban abasto para captar tanta belleza.

Benasque es este miércoles un pueblo congelado y las temperaturas bajo cero obligan a abrigarse al máximo. Los carámbanos cuelgan peligrosamente de los tejados y andar por las calles se ha convertido en una carrera de obstáculos. Los repartidores rezan para no pegarse un resbalón con la mercancía a cuestas.

Todas las comunidades salvo Canarias están en alerta por la primera ola de frío polar del invierno, que ha hecho que las temperaturas se desplomen hasta diez grados. En ciudades como Vitoria, Granada y Ávila, el frío siberiano ha congelado fuentes y ha dejado las calles prácticamente vacías.

Los vendedores de gasoil están haciendo su agosto, no han parado de visitar casas porque las calefacciones están a pleno rendimiento. La mínima se ha registrado en Das, en Girona, donde se han alcanzado los 22 grados bajo cero.