Jessica Hinojosa vive con su hijo, está en el paro, y el fondo buitre propietario de su piso quiere duplicarle el precio del alquiler. "De 434 euros quieren pasar a 860, IBI y comunidad, una subida del 100%", explica.

Termina el plazo para que ella y los 200 vecinos de su bloque acepten la subida o les echen. No lo harán, se quedarán en casa, se quedarán en casa. "No firmamos, nos quedamos", insisten.

Accedieron a una vivienda pública de alquiler, pero el gobierno de la Comunidad de Madrid vendió sus pisos a Fidere, filial de Blackstone, uno de los mayores fondos buitre del mundo.

"Vamos a seguir en nuestra vivienda, no firmaremos el nuevo contrato"

Hay más de 1.000 afectados sólo en Torrejón de Ardoz. "Vamos a seguir en nuestra vivienda, no firmaremos el nuevo contrato, queremos sentarnos a negociar", afirma Marco Trillo, portavoz de Calle Juan Gris 4.

"¿Me voy a compartir piso con 40 años que tengo?"

Mismo caso, el de Vanesa Jiménez. Cuando accedió a su vivienda social en el barrio de Vallecas -Madrid- pagaba 300 euros. Ahora Fidere le pide 690. "Nos quieren echar, ¿qué hacemos quienes no tenemos familia aquí?, ¿me voy a compartir piso con 40 años que tengo?", declara.

Su anterior contrato se extinguió en junio. El fondo de inversión le dio en julio 15 días para irse. Ella y sus vecinos han decidido resistir. "Es nuestra vivienda", defienden.

Los afectados están dispuestos a pagar una subida razonable o vinculada al IPC. Pero el fondo se niega a negociar. Los vecinos creen que el objetivo de subirles el alquiler es echarles para vender sus los pisos.