En 20 años como Defensora del Paciente, Carmen Flores nunca había recibido tantas quejas por la falta de psicólogos. "Todos estos pacientes que tienen un estado importante necesitan un psicólogo, no un señor que se ponga detrás de una mesa y que lo único que les manda es mucha medicina", explica la presidenta del Defensor del Paciente.

Precisamente por eso, los expertos aseguran que derivar a los pacientes a psiquiatría es la peor consecuencia de la falta de psicólogos en la sanidad pública española. "Es mejor hablar que medicar", añade Carmen.

La atención psicológica es cada vez más demandada, pero, tal y como denuncia Flores, a esta "enfermedad del alma" que no se ve en las radiografías, "parece que no le dan importancia". "No es un loco, es un enfermo", asevera.

Si la media europea está en 18 psicólogos por cada 100.000 habitantes, en España, la media está en 4,2, una cuarta parte y, aun así, para este año sólo se han ofertado 128 vacantes en la sanidad pública.

"Cuando las necesidades en salud mental de la población crecen, lo que se está haciendo es bajar el número de plazas, en vez de subirla", lamenta Miriam Jiménez, coordinadora en Madrid de la Plataforma por una Atención Psicológica Pública e Integrada (APPI).

Jacinto es uno de los más de 5.000 psicólogos en paro que hay en España y reconoce que sus opciones de trabajar están entre opositar "o nada", a pesar de las larguísimas esperas que hay para recibir tratamiento. "Lo triste es que hay gente que está en listas de espera porque no puede tener atención psicológica y, al final, o se va por lo privado o tiene que esperarse siete u ocho meses", añade.

Los expertos alertan de que hay casos muy graves que necesitan terapia semanalmente y que la están recibiendo cada tres meses, lo que es una prueba más de que con los 2.600 psicólogos de la sanidad pública sigue siendo imposible cubrir la demanda de todo un país.