A los sanitarios se les acaba la paciencia ante el cansancio de meses de pandemia mientras las fiestas y los botellones continúan celebrándose. Cansada e indignada, Montse Juan, una enfermera de Zamora, ha decidido escribir unas duras palabras en una carta publicada en La Nueva España.
Nada más comenzar la carta, se lamenta: "¡Qué ilusa!", espeta al recordar que hace tiempo lo único que quería era que la sociedad recordara el esfuerzo de los sanitarios durante la pandemia: "Primero por pensar que esto acabaría, y segundo que la sociedad en la que vivo, aprendería y no volvería a cometer los mismo errores. Pero como dice el refrán: 'El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra'", añade.
"He hablado personalmente con un joven de este tema y me dice que no puede dejar de divertirse, que es joven y tiene que vivir. ¡Le he contestado que si para que él viva tienen que morir otros! Solo me contesta que le da igual, mientras no sea de su familia", explica en la misiva.
Se trata del hijo de una amiga suya que, días más tarde volvió a contactar con ella tras la charla. "Que su padre está en la UVI, con COVID, que qué hace. 'Ahora rezar por tu padre para que viva'. Me dice que soy muy dura, que pensaba que lo iba a consolar. Enseguida le contesto: '¿y si fuera mi padre el que estuviera en la UVI? Te daría igual, porque como no era de tu familia", continúa en la misiva.
Montse Juan ha explicado a laSexta por qué decidió coger el bolígrafo y el papel. "Me salió del alma. La escribí el martes y me salió toda de seguido. Es para que los jóvenes se conciencien de que solamente cuando les pasa a ellos es cuando se dan cuenta", ha afirmado.
Ese sentimiento de impotencia es el que sienten día a día los sanitarios al ver cómo siguen creciendo las camas de pacientes. Según Pilar Grande, enfermera, allí llegan familiares que "jamás pensaron que por estar sin mascarilla o por haber celebrado un evento familiar fuera posible que uno de ellos cayera contagiado".
Silvia García, enfermera ya se ha contagiado y, ahora, de baja, todavía necesita rehabilitación. Sin embargo, se pregunta si tendrá sentido volver a su trabajo. "Parece que esto no va con ellos y a nosotros nos duele bastante ver que está siendo para nada todo el estrés acumulado y la ansiedad", ha expresado.
El muro frente al virus, recuerdan, solo seguirá en pie si la sociedad mantiene una responsabilidad colectiva.