La terrible estampa que se encontró la Guardia Civil cuando llegó a una protectora animal en Torremolinos fue la de cientos de perros muertos tirados por el suelo, que presuntamente eran sacrificados con productos eutanásicos.
Estos productos les eran suministrados en baja dosis para ahorrar, pero esto provocaba a los animales una muerte lenta y dolorosa. Las imágenes fueron grabadas por 'El Refugio', cuyo presidente Nacho Paunero explica que "miles y miles murieron de forma agónica después de que les inyectaran un producto letal, que hacía una agonía terrorífica".
La presidenta de la proctectora por fin se ha sentado en el banquillo. Está acusada de maltratar y exterminar a 2.200 animales, y con el rostro serio y muy tranquila ha negado todo una y otra vez: "Es incierto completamente, jamás sacrifiqué ninguno. Es más, tengo fobia a las agujas y tengo que mirar hacia otro lado cuando les pinchan".
Asegura que ella sólo quería que los animales estuviesen bien cuidados, porque se declara "amante de los animales completamente", y añade: "No me atrevo ni a cortarles las uñas, a mí lo que me importa es que estuvieran bien y arregladitos".
Sin embargo, esto no contrasta con los informes de la Guardia Civil porque "el Seprona cree que a algunos los metían en el congelador todavía vivos", explica Ana Fernández, de la acusación popular.
La fiscalía pide para ella cuatro años de prisión por los delitos de maltrato a los animales, intrusismo profesional y falsedad documental.