Los otros dos
arrestados, hijos del presunto autor de los hechos, han quedado en libertad
provisional con la obligación de comparecer cada 15 días ante el juzgado. La
resolución puede ser recurrida, ha informado el Tribunal Superior de Justicia
de Navarra (TSJN).
Una disputa entre dos
familias acabó el martes con la muerte de tres personas por disparos de escopeta.
Se trata de un padre de 50 años, vecino de Eslava, y sus hijos de 29 años,
vecino de Cáseda, y de 17 años, domiciliado en Eslava.
En el auto en el que
decreta el ingreso en prisión del padre, el juez argumenta que al acusado
"se le relaciona directamente por testigos presenciales de los hechos e
incluso por él mismo mediante manifestación espontánea tras ser detenido, como
el responsable de haber dado muerte mediante cuatro disparos de escopeta a los
tres fallecidos".
El tiroteo se produjo,
agrega el auto, tras haber mantenido una discusión "acalorada" y
"un intercambio de golpes" entre los padres de ambas familias a raíz
de la separación y posterior reconciliación de la hija del acusado con el hijo
de una de las víctimas. El juez justifica el ingreso en prisión del detenido
ante "la gravedad de los hechos que se están investigando, un triple
homicidio o asesinato" que "cuando menos puede llevar aparejada la
imposición de una pena de entidad relevante, como puede ser la prisión permanente
revisable".
Por otro lado, señala
que "se desconoce por el momento, con una rotundidad que permita atribuir
unos indicios racionales de criminalidad serios, la participación
concreta" de los otros dos detenidos. Y que también se "desconoce el
arraigo laboral o social" de los tres investigados, ya que todos ellos se
han acogido a su derecho a no declarar.
Sobre el padre, subraya
que "a pesar de carecer de antecedentes penales, indiciariamente es
responsable, bien por sí o con la colaboración de sus hijos, de dar una muerte
violenta a los tres fallecidos utilizando un arma de fuego de su titularidad
hasta en cuatro ocasiones".
Asimismo, el juez
comparte la visión del Ministerio Público sobre "un evidente riesgo de
fuga" del acusado "a la vista de la gravedad de la pena" y que,
en caso de no decretarse la prisión preventiva, "se podrían ocultar o
destruir elementos de prueba relevantes para la causa, toda vez que existen
diligencias por practicar o testigos por declarar a quienes se les podría
influir en su testimonio".
Además, considera que
"en caso de quedar en libertad, podría tratar de arremeter de nuevo"
contra la familia de los fallecidos. Añade el titular del Juzgado de Primera
Instancia e Instrucción número 2 de Aoiz que el riesgo de fuga del investigado se
revela "no sólo en la gravedad de la pena, sino por el hecho consumado de
que una vez perpetrado el crimen, ya salió huyendo y tan sólo al ser
interceptado por la Policía Foral fue cuando depuso su actitud de
escapar".
En el mismo sentido,
argumenta que "el riesgo de ocultación o alteración de pruebas se denota
en que nos encontramos en una fase embrionaria de investigación y a pesar de
contarse con un importante número de avances, merced a la meritada labor de la Guardia
Civil y Policía Foral, no es menos cierto que aún resta un dilatado número de
diligencias por practicar para el esclarecimiento de los hechos y el
descubrimiento de la participación concreta de todos los investigados".
"En la misma línea,
el riesgo de manipulación de pruebas está también presente al existir un
evidente temor en los testigos presenciales de los hechos para prestar
declaración quienes, a pesar de garantizárseles su integridad física
adecuadamente como testigos protegidos, en su caso, el riesgo de influencia
sobre los mismos tan sólo puede hacerse efectivos con el investigado en
prisión", alude el juez.
Finalmente, señala que
el riesgo de reiteración delictiva "también concurre, pues consta
indiciariamente acreditado que el investigado, antes de la perpetración del
triple crimen, mantuvo conversaciones con el hijo y hermano de las víctimas, en
las cuales amenazó tanto a él como a su círculo familiar más próximo, acudió a
Cáseda, armado y preparado para entrar en un enfrentamiento abierto y
violento".
A su juicio, "visto
el resultado del fallecimiento de tres miembros de la familia, nada hace pensar
que no fuera capaz de materializar sus amenazas, en caso de quedar en
libertad".