Los ladrones saltaron una tapia. Dentro, golpearon y encañonaron con una pistola simulada a Jacinto, de entonces 80 años, a su mujer y a su cuñada. Jacinto sacó su revólver. Le dió en la yugular a uno y lo mató.

El tribunal reconoce que actuó en legítima defensa, pero aún así le condena a dos años y medio de cárcel por homicidio

"Yo podría haber salido corriendo y dejar ahí a mi mujer con él si hubiera querido un mal. Tenía una oportunidad buena, y como la quería tanto ahí teníamos que morir los dos".

El jurado ha pedido el indulto para Jacinto, pero el juez ha dicho que no. Porque, según la sentencia "existían otras alternativas posibles menos gravosas para impedir el riesgo real existente".

"Totalmente absurdo. viene además una persona con una pistola, como yo puedo en ese momento hacer un juicio de ponderación de cuales son los medios proporcionales de la defensa. La legítima defensa se tendría que haber aplicado, en este caso, una eximente completa", explica Marco Esteban, abogado penalista.

Jacinto también ha sido condenado a otros dos años por tenencia ilícita de armas, pero se lo han perdonado a cambio de no volver a delinquir. Además Jacinto le tendrá que pagar 20.000 euros a la familia de su atracador. Recurrirá la sentencia.