Racismo inmobiliario
El infierno de Rosemary para encontrar vivienda por ser migrante: "No puedo alquilar por mi propia cuenta, me ponen muchos peros"
¿Por qué es importante? Un estudio revela que el 99% de las inmobiliarias aceptan las llamadas 'clausulas racistas', es decir, reconocen que si el cliente les pide que no alquilen sus pisos a extranjeros, lo hacen. El porcentaje ha incrementado desde 2020, cuando esta cifra se reducía al 72%.

Resumen IA supervisado
Rosemary Ostos y Redouane Mehdi son ejemplos de personas afectadas por el racismo inmobiliario, una discriminación que dificulta el acceso a la vivienda para extranjeros. A menudo, se les exigen más avales y contratos estables, y el 99% de las inmobiliarias aceptan excluirlos si los clientes lo solicitan. Rosemary intentó alquilar un piso en Vigo, pero al escuchar su acento, el propietario puso trabas, obligándola a renunciar. Elena Martínez Goitre de Provivienda destaca la dificultad para identificar el racismo, complicando su combate. En el Congreso, se ha propuesto una ley para abordar esta exclusión. Redouane, activista, aconseja documentar y denunciar estos casos, como él hizo, logrando un fallo judicial a su favor.
* Resumen supervisado por periodistas.
Rosemary Ostos es tan solo una de las afectadas por el denominado racismo inmobiliario. Y, es que, solo así se explica que para un extranjero sea casi misión imposible conseguir una vivienda. Se les exigen más avales, mayores ingresos y contratos estables, como le sucedió a esta mujer o a Redouane Mehdi en su día.
De hecho, el 99% de las inmobiliarias aceptan excluir a personas extranjeras si el cliente lo pide. Una discriminación silenciosa con graves consecuencias, tal y como se está viendo. Especialmente para ellos, que no solo tienen que enfrentarse a una nueva vida en un nuevo país, sino que encontrar una vivienda se convierte en toda una pesadilla.
Rosemary relata a laSexta que encontró, en Vigo, un piso para alquilar que le gustó y, como haríamos todos, comenzó con los trámites. "Mientras hablábamos por mensaje todo iba bien", relata. Pero cuando se produjo la primera llamada telefónica con el propietario de la vivienda, estos trámites se truncaron.
"Al escuchar mi acento fue poniendo muchos peros y noté que no estaba a gusto", recuerda. Hasta el punto de inventarse excusas y mil trámites que finalmente hicieron que ella renunciara a la vivienda que le había gustado. "No puedo alquilar piso por mi propia cuenta", denuncia.
Esta es una práctica más habitual de lo que todo el mundo cree. Un estudio reporta que el 99% de las inmobiliarias aceptan las llamadas 'cláusulas racistas'. Una cifra que ha aumentado en el último lustro, ya que en 2020 estaba en torno al 72%.
Así lo explica Elena Martínez Goitre, responsable de investigación y evaluación en Provivienda, a laSexta: "Cuando llamamos para ofrecer una vivienda en alquiler, le explicitamos que no queremos que alquilen a personas de origen extranjero. Y ellos aceptan".
Una de las claves, dicen los expertos, es la dificultad para identificar qué es racismo:, por lo que es difícil de combatir. "El principal problema es que la gente no detecta que está siendo víctima de una discriminación, porque si llamas por teléfono a una inmobiliaria por un anuncio y te dicen que el piso no está disponible, tú no tienes por qué presuponer que estás siendo víctima de una discriminación", sostiene.
Esta semana, en el Congreso se ha registrado una Proposición No de Ley para instar al Gobierno a tomar medidas para frenar esta exclusión, porque son muchos los afectados.
Redouane Mehdi, activista, también fue víctima de racismo inmobiliario: "Tienes que esforzarte más, el doble o más, para demostrar que eres buena persona y tienes que justificar lo que no es justificable". En su caso decidió hacer frente a esta situación y denunciar. La Justicia falló a su favor. Este fue el primer caso de racismo inmobiliario que reconoció la justicia.
Redouan recomienda a todas las personas que lo sufran que "graben y documenten" las situaciones en las que se están sintiendo discriminados y que después lo denuncien, porque, como defiende, este es el primer paso para conseguir justicia.