Redouane Mehdi ha sido víctima del racismo inmobiliario en Barcelona. Es ingeniero informático y se dedica al desarrollo de aplicaciones. Cuando hace unos años empezó a buscar piso en la ciudad condal se encontró con muchos problemas por ser de origen marroquí.

"Llevo en Barcelona tres años más o menos. Mi lucha fue desde el principio. Intentaba encontrar piso pero era muy difícil, y sabía que era un problema de racismo", ha explicado en una entrevista con Andrea Ropero.

Una inmobiliaria alquilaba un piso en la zona de La Barceloneta, y él cumplía con todos los requisitos: más de ocho meses de antigüedad y una nómina de entre 2.500 y 3.000 euros. La casa costaba 650 euros, pero la agencia, finalmente, no se lo alquiló asegurando que tenía otro candidato, algo que era incierto.

Él sabía que era una cuestión de racismo y le pidió a un amigo "blanco" que intentara alquilar la misma vivienda teniendo menos ingresos. A él sí le dijeron que el piso estaba libre y mostraron intención de alquilarlo.

Entonces, Redouane decidió recopilar todas las pruebas y denunciar esta situación. Al final, la Justicia le dio la razón e interpuso una multa de 45.000 euros a la inmobiliaria.

La denuncia de la alcaldesa de un pueblo cercano a Ricobayo

Andrea Ropero visita el embalse de Ricobayo, casi sin agua y convertido en un secarral después de que Iberdrola lo vaciase, según los alcaldes y vecinos de la zona "para hacer caja". Habla con Lidia Pechero, alcaldesa de Palacios del Pan, donde además han sufrido cortes de agua.