Las huellas dejadas por un caballo en el lugar donde se originó un importante incendio en el norte de Burgos en 2017 han sido claves para identificar e investigar a los presuntos autores, según ha informado la Subdelegación del Gobierno.
Un ganadero de 43 años y su hijo de 17 están siendo investigados como presuntos autores de un delito de incendio forestal intencionado en un espacio protegido, que se produjo en febrero del año 2017. En la tarde del 17 de febrero se detectaron nueve focos aislados de fuego en un frente de dos kilómetros. Tras ocho horas de trabajo, el incendio, que afectó a 16 hectáreas de superficie forestal, quedó controlado, aunque se reactivó la mañana siguiente y no quedó totalmente extinguido hasta horas después.
La Guardia Civil abrió una investigación junto a agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León, que determinó que se trataba de un incendio intencionado y que se había originado en un camino estrecho y de difícil acceso. Fue determinante la información facilitada por un agente medioambiental que observó con los prismáticos una persona a caballo que se alejaba del lugar remontando la cima hacia la provincia de Bizkaia.
Si bien desde el comienzo la investigación se vio dificultada por la pluralidad de focos detectados, ese avistamiento abrió una línea que ha dado ahora sus frutos. En toda la franja se detectaron abundantes huellas correspondientes a la herradura de un caballo, cuyas características fueron reseñadas. Se inspeccionaron numerosas explotaciones ganaderas de la zona hasta localizar dos animales cuyas herraduras presentaban similitudes con las marcas impresas y recogidas en las cercanías del terreno quemado. Estas fueron cotejadas por el Servicio de Criminalística de la Guardia Civil, que descartó una de ellas y atribuyó la otra a un caballo de los investigados.
La Fiscalía de Menores autorizó la realización de un informe pericial por parte de un maestro herrador que concluyó que existía "un alto grado de compatibilidad" entre las huellas y el herraje del caballo del ganadero investigado. Las pesquisas realizadas durante estos meses por la Guardia Civil han permitido, además, ubicar al menor en el lugar del incendio, por lo que padre e hijo han sido investigados como presuntos autores de un delito de incendio forestal intencionado.