Muchos empiezan vacaciones y se tienen que enfrentar a un gran calvario al poner un pie en el aeropuerto: colas interminables para pasar los controles. Los vigilantes de seguridad niegan que se trate de una huelga encubierta y lo atribuyen a la falta de personal.
"Aquí hay 10 filtros de seguridad, ahora mismo, faltan tres por abrir, eso significa que falta personal", comenta Manuel Pons, vigilante de seguridad de Eulen.
El conflicto enfrenta los vigilantes con Eulen, la empresa que lo gestiona, piden mejoras laborales y que Aena también se siente a negociar. La situación coincide con la operación salida y está generando momentos de nerviosismo entre los pasajeros que temen perder su vuelo.
"No creo ni que salgamos hoy", "Vuelo de vuelta a Bruselas en 40 minutos y no creo que coja mi avión viendo la cola", comentan algunas personas del aeropuerto. Entre ellos hay quien decide colarse sin reparo. "Hay mucho malestar, no se respeta a las mujeres...", afirma uno de los afectados.
Otros conocen una vía alternativa: acceder por 'vuelos regionales', una vez allí nada que ver con la espera del control principal. "Hemos venido con tres horas de antelación, ya sabía que pasaba esto", dice una joven en el aeropuerto.
A falta de solución, la situación se prevé que empeore a partir del cuatro de agosto, cuando está prevista una huelga indefinida que afectará cada viernes, domingo y lunes.