Sin tenerlo claro, sin ni siquiera creerlo, Javier Rodríguez, consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, dijo que "Teresa pudo estar mintiendo" sobre su fiebre. Una acusación que, hasta matizada, culpa a Teresa.

Rodríguez insiste en que "Teresa ocultó información". Además, no ha sido capaz de garantizar que no hubo errores o despistes en la supervisión del protocolo, "está claro que algo ha pasado, si no no se hubiera contaminado", ha dicho en la Cadena SER. 
Sin embargo, en otras declaraciones  en 'El Programa de Ana Rosa', ha dicho que "está claro que para ponerse un traje no hace falta un máster, unos pueden tener más capacidad de aprendizaje que otro".

Uno de los médicos que atendió a Teresa ha denunciado que le quedaba corto de mangas, aunque para esto, el consejero también tiene explicaciones: "El doctor Parra tiene una envergadura importante, mide casi dos metros y es probable, podía ocurrir".

Su cadena de 'señalamientos' ha llegado hasta una peluquería de Alcorcón. Javier Rodríguez sostiene que "si por cada error médico tuviera que dimitir un político estaríamos cada dos días cambiando la Administración". También asegura que si tiene que asumir responsabilidades, lo hará y agrega que él tiene la vida resuelta. 

El consejero madrileño también ha criticado a los periodistas que entrevistaron al doctor Parra, irónicamente le preocupa que al salir del hospital le preguntaran. "Me preocupa que un médico que acaba de salir de tratar a un enfermo con ébola, le pongan los micrófonos en la boca", ha dicho. Además, ha interpretado que "puede haber un riesgo, aunque se supone que él lo habrá hecho todo bien".