El caso de Brianna Rawlings fue conocido en todo Australia por su insistencia para criar a su bebé y tras publicar una foto en la que sujetaba a su hijo recién nacido en brazos. La joven australiana de 19 años había decidido no recibir quimioterapia hasta que su hijo naciera después de descubrir que tenía cáncer en la sangre.

La decisión de continuar con el embarazo y por tanto posponer el tratamiento de su enfermedad redujo las posibilidades de que la joven de Sídney sobreviviera, y al sexto mes de gestación tuvo que forzar el parto mediante cesárea por graves fiebres y dolencias.

El pequeño Kyden murió 12 días después de su nacimiento, a causa de una infección en el estómago. Su madre, Brianna Rawlings aseguró a los medios locales que sus decisiones las tomó por Kyden: "Esos 12 días que pude pasar con mi bebé Kyden, abrazándolo y hablando con él fueron tan especiales, ¡fueron los mejores 12 días de mi vida!". La joven ha perdido la vida a causa de la enfermedad poco después.