Es la primera vez que alguien relacionado con Gilead, los fabricantes del Sovaldi, habla con los medios. Mercedes García perteneció a la Junta de la farmacéutica y fue su vicepresidenta en Europa. Ella defiende el precio del medicamento en España.

"España está pagando la cuarta parte de lo que paga EEUU. Cada uno paga de acuerdo a su poder adquisitivo". Mercedes desvela que, para fijar el precio de un medicamento, las farmacéuticas calculan primero cuánto le cuesta a la Sanidad curar esa enfermedad, y lo ajustan mirando la renta per cápita y el número de pacientes infectados.

Por eso, justifica, Sovaldi puede costar 70.000 euros en Estados Unidos y 750 euros en Egipto. Es lo que desde la farmacéutica definen como un "reparto solidario".

Con respecto a España, Mercedes García critica la lentitud del Gobierno para administrar el fármaco y sostiene que hay demasiados enfermos que no quisieron tratarse antes. "Muchos pacientes decían: 'yo hasta que no esté muy malita no me trato'. Muchos han llegado a fibrosis 4 porque les daba miedo tratarse", explica.

Insiste en que las farmacéuticas son las únicas que invierten en investigación, y aunque se asegure que el laboratorio ha multiplicado por 136 su inversión, y que Gilead eluda al fisco, los accionistas, dice, nunca han recibido "beneficios".