El equipo investigador del crimen de Juana Canal ha cerrado ya diligencias. En un escrito al que ha tenido acceso en exclusiva laSexta se asegura que Jesús Pradales, expareja de la víctima, fue "la última persona que vio a Juana con vida". Su muerte tuvo lugar en la madrugada del 23 de febrero de 2003, tras una fuerte discusión. "En el piso de Juana, además, estaban todas sus pertenencias", se detalla en el documento.
Esto apuntaría a una desaparición forzosa y no a una marcha voluntaria, como hizo ver Pradales en la nota que dejó al hijo de Juana: "Sergio, hemos vuelto a discutir. Ha llamado a la Policía y todo. Tu madre se ha tomado un montón de pastillas y se ha ido. Ha habido un momento que ha quedado muy 'grogui'. Me ha amenazado con beber, me voy a buscarla". Pradales "presentó una denuncia por lesiones poco después de que la familia de Juana informara de su desaparición".
Algo que para los investigadores carece de sentido: "Es la única persona que guarda relación con el lugar en el que hallaron sus restos". Estos se encontraron a dos kilómetros de la finca del padre de del autor confeso del crimen, algo que hasta para su actual pareja resultaba sospechoso. En una conversación telefónica mantenida a finales de septiembre, Candela, actual pareja de Jesús, le pregunta a este cómo es posible que hayan encontrado los restos de Juana en Ávila.
"¡Ay, yo que sé!", responde Jesús. Ella insiste y le pide sinceridad: "Dime la verdad, Jesús. Lo que haya sido...". Pero él no cede: "Estoy diciendo la verdad. Sois vosotros los que os estáis empeñando en acusarme de algo que no he hecho ¡Vosotros!". La investigación apunta también que los restos de Juana fueron manipulados, lo que reconoce el propio Pradales en el registro del 27 de octubre por la mañana. También narra la discusión.
Pero esa misma noche, cuando se derrumba, detalla: "Ella le pidió 20 euros para recargar el móvil. Él se negó porque estaba cansado de que ella se lo gastara en alcohol". Insiste también en lo que pasó después de que se fuera la Policía: "Juani le cogió 600 euros dle armario donde él dejaba el dinero. Ella volvió a pegarle y él, con el ánimo de apartarla, extendió su brazo y Juani cayó al suelo". Sentencia así que no se la encontró en el baño.
"Cuando Jesús regresó a la vivienda, vio que Juani continuaba en el suelo. Le dijo que se levantara, pero no respondió y se percató de que estaba muerta", precisó el autor de los hechos en su segunda declaración policial. Según sus palabras, temía que los servicios de emergencia no le creyeran. Es por eso que, según confesó recientemente, decidió descuartizarla en el baño, metió sus restos en dos maletas y los enterró en Ávila.
Otro gasto más
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