Los examinadores de tráfico están hartos de las tensas situaciones que sufren con frecuencia a la hora de examinar a sus candidatos para obtener el carnet de conducir. Alumnos que no aceptan no pasar el examen práctico de conducir, y agreden a los examinadores.

"Me dieron un puntillazo muy fuerte y me tuve que poner la vacuna contra el tétanos", asegura Andrés Serrallé, uno de los trabajadores que ha sido víctima de este tipo de agresiones. El alumno se había saltado un 'ceda el paso'. Resultado: no apto.

Manuel Fernández es otro de los ejemplos. Lleva diez años haciendo exámenes en Cuenca, y ya ha tenido varios sustos a la hora de no aprobar. "Me dieron un golpe en la ventanilla con una riñonera, el susto fue bastante grande".

Se marchó de allí como pudo, a pesar de los nervios. "Tuve que ir a Urgencias de los nervios que tenía. Allí me dieron un tranquilizante y, seguidamente, fui a la policía a denunciar", termina de relatar el profesor y examinador.

En Sabadell, uno de los profesionales tuvo que ser ayudado por los Mossos d'Esquadra por las amenazas que, dice, estaba recibiendo. "Me iban a cortar el cuello", asegura el damnificado.

Alberto ejerce en la Jefatura de Tráfico de Ciudad Real, y cuenta que en hasta dos ocasiones se ha tenido que enfrentar a jóvenes violentos. "Recibimos insultos de todos los tipos y colores y casi a diario".

Precisamente, para que estas situaciones no vuelvan a ocurrir, los examinadores siguen haciendo huelgas indefinidas. Piden mejoras laborales y salariales, así como mayor seguridad en su ámbito laboral. De momento, la DGT les ha propuesto que no sean ellos los que comuniquen las notas de los exámenes.

No obstante, los profesores consideran que esta medida no es suficiente. "No se concreto si los resultados los iba a dar el profesor o si se iban a dar al día siguiente", se queja Manuel. Los paros parciales han provocado ya la suspensión de más de 60.000 exámenes de conducir en toda España.