Un joven que viajaba a bordo de una moto con una mochila de Uber Eats protagonizó una de las persecuciones más impresionantes que se recuerdan por las calles de Sao Paulo, en Brasil.

En total, son más de cinco minutos de frenética persecución en la que el fugado trata de escapar de los policías en una moto de baja cilindrada poniendo en peligro tanto su vida como la de los peatones y los conductores que se cruza por el camino.

Son múltiples las infracciones de tráfico que comete el motorista, circulando constantemente en dirección prohibida, subiendo por las aceras sin preocuparse por los peatones, saltándose semáforos o colándose entre coches.

Sin embargo, la cámara del policía que captó las imágenes que fueron compartidas por la Policía de Sao Paulo muestran cómo, a pesar de estos intentos por huir, el agente que graba las imágenes no se aleja del sospechoso hasta que acaba cayendo de su moto y es detenido. En el momento de la detención, otro agente golpea varias patadas al joven.

El informe policial dice que el joven se saltó un control policial cuando los agentes trataban de darle el alto. Al detenerle, encontraron en su cintura un revólver con la numeración de la munición suprimida que el detenido iba a usar para intentar realizar un atraco, según medios locales.

Por su parte, desde Uber informaron que el repartidor no tenía nada que ver con su compañía porque no figuraba en ningún registro. "Las mochilas distribuidas o vendidas a los repartidores pueden ser revendidas, prestadas o incluso robadas, por lo que simplemente llevar un elemento con el logotipo de la compañía no es una indicación fiable de que tiene un compromiso laboral con la empresa", expresaron en el comunicado.