María, de 107 años, siente que la pandemia de COVID-19 le ha robado un año, ya que le ha impedido "estar con la familia". "A nuestra edad no es un año, es mucho más", expresa, por su parte, María Teresa, su hija.
Desde que todo comenzó, la mujer de tercera edad tuvo claro que esto del coronavirus iba para largo, y advirtió a su nieta, que no le hizo caso: "Me dijo: 'Lo de 15 días... como sea como la gripe española, nosotros estuvimos dos años con ella'; Yo le decía que eso no era posible", relata Ariadna, nieta de María.
Dos años que durante este siglo siempre ha tenido presente, por lo que destaca que lo importante es "tener salud y poder tirar hacia adelante". La mujer habla desde su experiencia, y aunque lo ha repetido durante este año, para su hija, de 73 años, tampoco es un consuelo: "Cuando esto termine ya no tendremos la fuerza para hacer lo que hacíamos", expresa María Teresa.
Su madre ha echado de menos jugar al dominó con sus amigas, aunque lo más duro para ella es no poder conocer a sus bisnietas. "Aún no conozco a las gemelitas", cuenta, aunque confía en que llegará ese momento, ya que, como dice, no está tan mayor.
La pandemia a los ojos de un niño
En cambio a Denís, de nueve años, esto de pasar tiempo en casa le gusta, y confiesa a laSexta: "Me encantó no ir al colegio, y me podía levantar más tarde". Y es que para él, el tiempo no corre tan deprisa.