La Guardia Civil y policías de otros países coordinadas por Europol han desarticulado una organización delictiva internacional dedicada al tráfico de drogas a gran escala en una operación en la que han sido detenidos 25 acusados en España, Bélgica, Holanda, Alemania y Francia.
La operación conjunta contra la red, un complejo entramado que se dedicaba al transporte de grandes cantidades de droga entre Sudamérica y Europa, denominada Tide-Baccarat, se ha desarrollado de forma simultánea en los cinco países y en ella han participado 600 agentes, según ha informado el cuerpo en un comunicado.
Según los datos de la Guardia Civil, la investigación se inició en 2017 cuando se detectó esta organización "perfectamente coordinada y jerarquizada y dedicada al tráfico a gran escala de cocaína".
Los acusados introducían supuestamente la droga utilizando contenedores de transporte marítimo en Bélgica y posteriormente la distribuían mediante vehículos equipados con "sofisticados" compartimentos ocultos.
Además, los investigadores creen que el grupo delictivo podría estar además gestionando plantaciones de marihuana en España y Alemania antes de su distribución y venta por otros países europeos.
Dentro de la operación Tide-Baccarat se han realizado 30 registros en varios países que permitieron desmantelar seis plantaciones de marihuana e intervenir 60.000 euros en efectivo, armas cortas y munición.
La Guardia Civil realizó tres de estos registros en las provincias de Guadalajara y Toledo, donde localizaron tres plantaciones de marihuana y aprehendieron 700 plantas, 16 teléfonos móviles, una tableta, 4.790 euros en billetes fraccionados, 7 latas de crema de marihuana y 4 botes de aceite de cannabinol.
En la operación se han dado seis detenciones en España -seis personas, cinco ciudadanos de origen colombiano y un ciudadano albanés-, nueve en Bélgica, tres en Holanda, seis en Alemania y una en Francia. Además, se ha expedido una orden europea de detención y entrega contra otra persona de origen albanés.
Los datos de la Guardia Civil apuntan que varios de ellos tenían un largo historial de antecedentes por tráfico de drogas. Los registros efectuados en España han sido realizados por agentes de la Guardia Civil de Madrid, Toledo y Guadalajara y del Servicio Cinológico, además de agentes de Europol y de la Policía de Amberes.