La 'orden de exilio' se debe a la dificultad para controlar la ubicación tanto de la víctima, que fue atendida en un hospital de Valencia, como del presunto agresor, ya que ambos viven en una caseta abandonada en la calle.

De esta manera, si el presunto agresor es localizado en algún punto del municipio, sería automáticamente arrestado por quebrantar esa medida cautelar.